Marketplaces de formación: facilitadores de un aprendizaje personalizado ampliamente accesible

Uno de los rasgos más prometedores que está adquiriendo el aprendizaje actualmente, es la posibilidad de una cada vez mayor personalización. La educación ya no necesariamente viene en un pack, con un título de lacito. Cualquiera con la intención de aprender algo, tiene cada vez más recursos para hacerlo. No se puede subrayar lo suficiente que la personalización -o individualización– del aprendizaje, para funcionar, ha de ser dirigido desde dentro, por la persona que aprende y su entorno. Es deseable que la intención venga de la persona y que ésta tenga actitud de propietario respecto a su aprendizaje.

Ahora bien, resuelto el tema de la intencionalidad, los recursos son mil. Entre los más interesantes están las plataformas de marketplace de formación que examino de forma breve y desde el punto de vista de la empresa en mi reciente post en Con tu Negocio. Lo más destacable: la propuesta de valor de estas plataformas no sólo radica en facilitar el acceso a un aprendizaje personalizado del que la pyme se puede beneficiar sino en el importante hecho de que cualquiera puede articular una propuesta formativa. Porque, como dicen en Floqq, un marketplace de formación lanzada en 2011: todos tenemos mucho que aprender y algo que enseñar.

Aplicación en la empresa de los cursos de Udacity y Coursera

La aportación generosa de Jorge Sanz, Jorge Muñoz y Michel Godin me ha permitido construir un relato alrededor de los cursos de Udacity y Coursera y su aplicación en la empresa.

El resumen breve es que estos cursos, se completen o no, suponen un recurso valioso para aquellos trabajadores que buscan desarrollarse de forma proactiva. Que estas personas son lo más valioso que una pyme puede tener, creo que está fuera de discusión. Por tanto, a la empresa le interesa saber si sus trabajadores se interesan por estos cursos y, en el caso de que así fuera, apoyar y reconocerlos así como animarlos a compartir lo que aprendieron.

Les invito leer el post en Con tu Negocio. Aparte de los ejemplos reales, he intentado ofrecer una visión del contenido y la estructura de los cursos y del tiempo de dedicación que requieren.

Insourcing. Una historia de los costes ocultos de la externalización

Comentábamos en un reciente debate sobre externalización (outsourcing) en la pyme que ésta inevitablemente implicaba una pérdida de conocimiento para la empresa. El argumento era que sólo se debía externalizar lo que no era el core de la actividad, de modo que esta pérdida no afecte las competencias clave o distintivas.

Un reciente artículo de The Atlantic compara el contexto en que en los 80-90 del siglo pasado se produjo en Estados Unidos un auge de la deslocalización de los procesos de fabricación (que no necesariamente supone externalización pero puede suponerlo) con el actual, en que las cadenas de montaje vuelven a ponerse en marcha en las fábricas de ese país. El artículo toma como ejemplo General Electric para demostrar la pérdida de conocimiento a raíz de la deslocalización.

GE hadn’t made a water heater in the United States in decades. […] it had lost track of how to actually make them.

Según el artículo, los sindicatos más colaborativos y la reducción de la diferencia de los sueldos entre la región de la deslocalización y EE.UU., entre otros, posibilitan que algunos productos vuelvan a las fábricas de GE y se puedan fabricar en menos tiempo y a menor coste que de forma delocalizada.

[…] the team cut the work hours necessary to assemble the water heater from 10 hours in China to two hours in Louisville.

La conclusión es que la cadena de montaje es una parte importante del bucle de realimentación y, si está lejos, su aporte al bucle y por tanto al conocimiento de la empresa, se pierde.

“What we had wrong was the idea that anybody can screw together a dishwasher,” says Lenzi. “We thought, ‘We’ll do the engineering, we’ll do the marketing, and the manufacturing becomes a black box.’ But there is an inherent understanding that moves out when you move the manufacturing out. And you never get it back.”

Según la historia, que recomiendo leer entera, esta pérdida de conocimiento no era un problema mayor cuando el ciclo de vida de un producto abarcaba muchos años. Cuando sólo diseñar una nueva nevera nos llevaba 7 años, no pasaba nada que luego en la fábrica se dedicaran a producir réplicas sin aportar conocimiento. Con ciclos de vida cada vez más cortos, como ahora, la falta de la realimentación llegaría a ser inasumible.

La historia habla de un boom del insourcing, de iniciativas de reshoring, de que un 60% de las decisiones de offshoring no tuvieron en cuenta el coste oculto de la pérdida de conocimiento y de que una cuarta parte de la fabricación deslocalizada por empresas estadounidenses se podría producir de forma más competitiva en EE.UU.

Como digo, es un artículo interesante pero también un artículo que lleva un mensaje implícito muy seductor a oídos del político de turno y todo el que piense en términos de intereses y economías ligados a territorios, sean continentales, nacionales, regionales o locales.

En realidad, como comentaba al principio, la deslocalización no siempre implica externalización. La empresa puede tener fábricas propias en sitios donde los sueldos son más baratos y, tratándose de la misma empresa, la distancia no debería ser un problema insolventable para incluir los trabajadores de la cadena de montaje al bucle de realimentación. El argumento final del artículo es que los trabajadores de EE.UU. están mejor preparados para participar en la producción de conocimiento. En el caso de que esto fuera cierto, no sé hasta cuándo será así considerando la procedencia de los estudiantes de los cursos masivos y abiertos que tienen acceso a exactamente los mismos recursos de aprendizaje que las personas que residen en Estados Unidos.

Parece que hay muchas lecturas de alrededor del insourcing. Aquella ligada a una economía territorial es sólo una de ellas.

Stallman sobre las licencias Creative Commons de los recursos educativos abiertos

Aunque personalmente me gusta llamarlos recursos de aprendizaje libres, los recursos educativos abiertos se llaman así con motivo. Porque la mayoría, de hecho, no son libres.

Es interesante el aporte de Stallman al debate pues ni siquiera critica de forma directa el atributo «no comercial» (uno de los atributos no libres del Creative Commons), puesto que, dice Stallman, con éste al menos existe la posibilidad de pedir permiso al autor para un uso comercial. Cosa que no sucede en el caso de aquellas licencias Creative Commons que, de forma simultánea, permiten obras derivadas pero no permiten un uso comercial (BY-NC y BY-NC-SA).

El punto de Stallman es que al estar permitidas las obras derivadas, obtener permiso para el uso comercial de un recurso que es la mezcla de varios otros recursos, implica solicitarlo a cada uno de los creadores originales. El efecto acumulado serían recursos con tal número de autores originales que una petición de permiso resultaría prácticamente imposible. Se produciría, por tanto, un efecto de lock-in con recursos cuyo uso comercial no sería posible negociar.

Educación desempaquetada: oportunidad para las empresas

Knowledge is power

La educación últimamente recibe adjetivos como invisible o prohibida. Bien, pues lo último es la educación desempaquetada. Lo he leído hoy en un post de Gonzalo Martín y tengo que decir que me parece bastante acertado para hablar de uno de los grandes cambios que está viviendo la universidad actualmente: los cursos masivos y abiertos (entiéndase: gratuitos). En realidad, el acrónimo por el que se conocen estos cursos (MOOC) también incluye el online pero el hecho de que sea masivo ya implica que es online.

Se trata de la llegada de una maravillosa carcterística de las nuevas tecnologías al campo de la educación: lo digital se puede copiar y difundir con facilidad y esto no es un bug sino un feature, que diría Cory Doctorow. Los primeros han sido los cursos con más renombre de universidades con más presupuesto pero el resto también llegará.

Comentaba a Gonzalo que esto me parecía un gran oportunidad para juntar contenido y contexto. El contenido sale de las universidades (y no sólo, también de otros silos) de forma desempaquetada, en módulos o modulitos y cabe la posibilidad de que se encuentre con el rico contexto (conocido como «la vida real») que proporcionan las empresas y que de ese encuentro nazca un espacio fértil para el aprendizaje a lo largo de la vida. Un reempaquetamiento. Personalizado. Y pensábamos que el tema merecía una mirada más detenida.

El resultado preliminar es un post que publiqué el pasado jueves en Con tu Negocio, el blog Movistar para pymes, con el título Formación gratuita online y de alto nivel para tu pyme. Pasen, lean y, por favor, comenten. La idea es desarrollar una serie de posts que examine, de forma muy práctica, los desafíos y las oportunidades que el desempaquetamiento de la educación presenta para la empresa. De modo que, continuará…

Foto | Daquella manera

Google ingresa $654,72 al año por cada usuario de mi nivel de actividad

Chequeo de PrivacyFix sobre Facebook Google

Chequeo de PrivacyFix sobre Facebook

Cada vez que paso por PrivacyFix para chequear mis configuraciones de privacidad, me sorprenden estas cifras. No son ni de lejos lo más importante que aporta esta extensión para Firefox pero son un buen gancho. Hasta qué punto son fiables, no lo sé. Lo que me sobrecoge es que se puedan calcular. Son un buen recordatorio, por cierto, de la abismal diferencia en ingresos por publicidad entre Google y Facebook.

Relaciones sociales y escala

Agentes de comunicación de masas de todo el mundo están encontrando maneras de escalar lo inescalable: las relaciones. Por el camino se pierden, de forma inadvertida, las relaciones. Podemos hacer como si no se perdieran y leernos la publicación Social@Scale. O podemos pasar directamente a la página 42 de dicho libro para una pista sobre qué hacer para respetarlas.

Irony and humor have always been humanity’s primary tools in creatively engaging contradictory realities. The alternative is a dystopian nightmare of unacknowledged, or worse, unrecognized theatricality that will ultimately only make the relationship, and the entities on both sides of it, stupider and poorer in every way. Just as “wrestling” is fun when everybody conspiratorially shares in the fiction that it is real, but tragic, dehumanizing and infantilizing when grown-ups don’t realize it is a show, Social@Scale will need to rely, ultimately, on crafting creatively ironic relationships with customers.

Ya ven, ironía y humor. Están ustedes invitados a leer el mejor manifiesto escrito desde el Cluetrain y hasta a revisitar el Cluetrain.

Coursera y la evaluación por pares

Parece que la evaluación por pares en los cursos de Coursera, uno de los fundamentos de su pedagogía, deja mucho que desear. Al leer sobre los problemas concretos que han surgido hasta ahora, he pensado lo mucho que podrían aprender de Stack Exchange y su sistema de reputación para aumentar el valor de las respuestas y los comentarios. Eso sí, probablemente haría falta renunciar a la plataforma cerrada (y al anonimato, me temo) pues los cursos, como duran sólo unos meses, no ofrecen un marco de tiempo suficiente para articular un sistema de reputación propio.

Los límites del conductismo

Las capas debajo de la conducta

En la última presentación de Niels Pflaeging sobre «qué hacer para que el trabajo vuelva a funcionar» encontré esta gráfica, de Jurgen Appelo. Muestra, a modo de capas de cebolla, lo que hay debajo del comportamiento. La naturaleza proporciona el core y es la parte más estable — es la responsable que todos los días comamos y durmamos, por ejemplo. Los motivos son características bastante estables a lo largo del tiempo, aunque me cuesta distinguirlos de las preferencias, que son lo que encontramos en muchos tests de personalidad, y que parece que cambian con más facilidad que los motivos en función del entorno, los retos y los objetivos personales. Motivos y preferencias influyen en el interés en desarrollar competencias. Los tres juntos moldean el comportamiento.

La gráfica está genial porque muestra que el comportamiento es el resultado de un movimiento de dentro hacia fuera. Para yoguis: desde los huesos a la piel. La «causa del movimiento», el motivo, está en las capas interiores.

Pero lo observable es el comportamiento. Con detenimiento se pueden describir las competencias y hasta las preferencias de las personas pero lo cierto es que, sin reflexión y atención consciente, ni siguiera somos conscientes de nuestras propias preferencias, por no hablar de las causas verdaderas de nuestras decisiones. Las de otra persona a menudo son un misterio. Sin embargo, sin llegar a las capas interiores, sin reflexionar, es imposible lograr cambios más allá de los superficiales. Cambios necesarios para aprender, innovar o alinear objetivos (¿se han fijado lo poco que se distingue la palabra «alinear» de «alienar»?).

El conductismo es muy popular en los ámbitos del marketing, la educación, el desarrollo profesional y la organización del trabajo porque se centra en lo fácilmente observable — el comportamiento. Y conforme se hace posible una observación aun más precisa del mismo —midiendo clics, interacciones, descargas, registros, tiempos, horas de conexión— se hará aun más popular debido al sesgo de disponibilidad. Y en muchos casos servirá bien a los fines. Pero ojo con sacar conclusiones sobre causas y motivos o pretender influir en ellos tan sólo en base a observar el comportamiento, pues el movimiento es, como hemos visto, de dentro hacia fuera.

Dos formas de alfabetizar(se)

Región Ribbonfarm

La semana pasada estuve en una charla sobre alfabetización digital que fue la inspiración del post Alfabetización sin apellidos en este blog. Todo el rato en la charla se daba por supuesto, y yo también lo hice en el post, que alfabetización significaba saber leer y escribir.

Pero esto no es la única definición de alfabetización. Uno de mis bloggers favoritos habla de que antes de la era industrial, con su masificación de productos de imprenta y la aparición de los medios de masas, también podemos hablar de alfabetización. En aquel entonces, muchas personas no sabían leer y escribir pero no por ello eran analfabetas. Cualquier bardo, cantaor o abuela que contara historias, muy pocas veces sabía leer y escribir. Pero sabía exponer y también sabía condensar significados. Usaba la lengua de una forma sofisticada, abstracta, creando nuevos mundos y verdades. Y luego recreándolas. Y, al volver a contarlas, remezclándolas con otras historias. Sin versión canónica.

Esta es pues otra definición de alfabetización: saber exponer y condensar con la lengua como herramienta. ¿No resulta mucho más útil y esclarecedor que «saber leer y escribir», cosas estas últimas dos que tan fácilmente se vuelven habilidades mecánicas e instrumentales?

Una definición que, de repente, ofrece un marco más adecuado también para hablar de alfabetización digital. La habilidad que se busca es la misma: saber exponer y condensar, dando forma y contenido a significados. Sólo que ahora con más herramientas al alcance de más personas y con lenguajes más allá de la lengua escrita e impresa, como el hipertexto, la lengua oral y los lenguajes visual y musical. Como ven, entre los lenguaje más allá, hay tanto anteriores como posteriores a la era de la imprenta.

¿Qué les parece esta definción? Si gusta, lean el post entero que la condensa (y condensar no necesariamente quiere decir que algo sea breve).