Minerva Project, a grandes rasgos

Minerva Project

Una de mis lecturas más interesantes de la semana fue el artículo de Ki Mae Heussner en GigaOM, comentando la noticia de que Minerva Project crea un non-profit para investigar modelos de negocio sostenibles de la educación universitaria del futuro.

Minerva Project en sí es una empresa tecnológica privada que descubrí en abril de 2012 cuado recibió capital semilla de 25 millones de dólares, bastante superior a la que las empresas tecnológicas educativas suelen recibir. El fundador y CEO de Minerva es Ben Nelson, anteriormente Presidente de Snapfish, un servicio online de alojamiento e impresión de fotos, adquirido por HP. Se le puede ver hablando de su nuevo proyecto en un evento TEDx en San Francisco.

En un movimiento a contracorriente de las tendencias actuales de desempaquetar la educación superior, Minerva Project propone un reempaquetamiento de la misma con nuevas reglas de juego. Su objetivo, una educación privada de élite para cultivar el pensamiento crítico y las «artes liberales» guarda, en mi opinión, una gran similitud con la posible universidad del futuro que dibuja el profesor Jorge Jiménez en El hacker contra la universidad zombi. La segunda parte del objetivo de Minerva es proveer esa educación superior de élite por menos de la mitad del precio actual. En abril se mencionó la cifra de 20.000 dólares estadounidenses al año.

Tras esa pequeña introducción, unos apuntes breves sobre los rasgos principales de Minerva Project, que era mi objetivo con este post.

  • Será una universidad online. Aunque en abril se habló de la movilidad geográfica de los estudiantes en el última año, lo que apunta a la necesidad de cierta infraestructura de campus.
  • Los alumnos y los profesores serán de todo el mundo. Aunque se nota que su mirada es desde el Norte, como veremos más abajo.
  • El idioma, por lo que se sabe hasta ahora, podemos suponer que será el inglés.
  • Reclutamiento de profesores que se encuentran en épocas de transición de su carrera.
  • Integración de la investigación y la educación, con los investigadores decidiendo con libertad sobre la propiedad intelectual de sus inventos.
  • Rechazo completo de las ayudas estatales a la educación por crear éstas incentivos perversos que acaban incrementando las matrículas y el número de alumnos.

Según planes, Minerva estará operativo en septiembre de 2015 (nótese que en el hemisferio sur del planeta esto significa empezar al curso al comenzar la primavera, como si en el norte lo empezáramos en marzo). 2013 promete ser el año en que se conocerán muchos más detalles de su planteamiento que, sin duda, serán interesantes.

El mundo relatado en Little Brother, un poco más cerca

Little Brother, ilustración de Richard Wilkinson

Si han leído Little Brother de Cory Doctorow, recordarán el instituto del protagonista, Marcus: seguimiento constante vía árfidos, vigilancia permanente mediante cámaras y control continuo del uso del ordenador (el Schoolbook) a través de hardware capado y software monitorizado. Ese es el mundo que tendremos un poco más cerca con las aulas equipadas con cámaras panorámicas cuya financiación, al parecer, debatían los filántropos Mark Zuckerberg y Bill Gates por mail en 2010.

El argumento a favor de los vídeos es el desarrollo profesional de los profesores. Y es cierto que la autoobservación y la autoreflexión sirven, y mucho, para mejorar el propio desempeño. Pero sólo si la propiedad de los datos y del proceso es de la persona que quiere mejorar y desarrollarse. En este caso, a todas luces, estamos lejos de esto, en una época en que tocaría alejarse del concepto aula en lugar de convertirla en fortaleza vigilada.

Que alguien se haga cargo de mis cosas

Instagram

Hay que reconocer que la reacción de los usuarios de Instagram ante el anuncio de que se compartirán sus fotos con Facebook y se retiene la propiedad de la empresa sobre ellas ha sido carne fácil para xkcd. Pero también que lo ha hecho muy bien aportado ese toque de humor que permite afrontar los defectos propios. En este caso, la preferencia por una situación en que es otro que se hace cargo de tus cosas sin querer asumir las inevitables consecuencias.

La perversión de la cláusula «no comercial» de las licencias Creative Commons

El Estado de São Paulo ha aprobado (pendiente la firma del Gobernador) que los recursos educativos desarrollados con apoyo financiero del Estado se licencien con CC BY-NC-SA. Es buena noticia a medias pues esta licencia hace posible crear obras derivadas pero imposible el uso comercial tanto de los recursos como de sus derivados. Crea un lock-in que no deja de parecerme perverso porque se trata de cerrar ante el uso comercial recursos desarrollados con apoyo financiero cuya base son impuestos generados precisamente con actividades comerciales.

Actualización 4 de marzo de 2013: al final el Gobernador no ha firmado esta Ley.

Servicio de reclutamiento de Udacity, «bastante más caro» que Linkedin

Tras Udacity, también Coursera ha iniciado su servicio de intermediación laboral. En éste, vende a empresas información sobre el desempeño de aquellos estudiantes que se inscriban en el servicio. Un artículo de The Chronicle al que llegué vía Stephen Downes, cuenta detalles interesantes.

  • Según, Sebastian Thrun, de Udacity, el servicio es bastante más barato que un cazatalentos y bastante más caro que Linkedin.
  • Tienen más peso para los reclutadores las competencias blandas (apoyar a otros en el foro, por ejemplo), que los resultados académicos.
  • Para el matching, Coursera segmenta los estudiantes por áreas geográficas (me parece una limitación innecesaria pero me imagino que lo pedirían los reclutadores).
  • Coursera cobra una tarifa plana por cada ocasión en que un estudiante contactado accede a que le presenten a la empresa interesada.
  • La universidad que ofrece el curso al estudiante, obtiene entre el 6 y el 15% de esa tarifa plana.

El artículo termina con el adelanto de que en los próximos meses Coursera iniciará su servicio de certificación, del cual espera más ingresos que de la intermediación laboral.

Lecturas para entender Google Adwords Express

Surgidos en el seno de un torbellino de tuits, vieron la luz una serie de posts alrededor de los últimos giros estratégicos de Google que bien dan para una microformación sobre comunicación en la web, sobre todo si no sólo los leemos sino también los comentamos. Tamara Lucas explica en qué consiste Google Adwords Express, la oferta reciente de publicidad de Google para colonizar un terreno aun virgen: el de los negocios locales sin hábito ni presupuesto para contratar Adwords. Iván Fanego se pregunta si habría manera de ver todo esto como una oportunidad, pese a que signifique una intermediación mayor que antes. Jose Alcántara aprovecha la ocasión para reflexionar qué postura debería tomar el consultor, sea de cara a clientes sea para compartir conocimiento en la web y, de paso, hace un recorrido de la evolución de Google que, de la mano de la publicidad, está dejando de ser el servicio que lleva visitas a tu propia web gratis, para convertirse en el servicio que las lleva a tu perfil de Google Plus pagando. Para rematar, más detalles sobre las tendencias intermediadoras del gran buscador, esta vez en el terreno del RSS.

Y ahora mi postura al respecto. Puestos a buscar la oportunidad, la podemos encontrar, como señalan Tamara e Iván, en esa posibilidad de que abra los ojos a quien aun no tiene presencia autónoma en la web. Si empieza a pagar 40 euros al mes, en algún momento se preguntará qué está recibiendo a cambio. Y, dependiendo de a qué personas pregunte y en qué blogs aterrice (siempre que no aterrice en una página de Google Plus, jeje), quizá empezará a formularse, tentativamente, las preguntas adecuadas. El servicio, obviamente, no está concebido para facilitar que se hagan esas preguntas y me temo que la inercia gane bastantes más veces que la indagación. Justo por eso es necesario expresar y compartir las críticas. Porque, recordando a Clay Shirky, tener que aprenderlo por experiencia propia es una manera subóptima de aprenderlo.

Nuevos hábitos en la compra de libros

Antes, cuando compraba libros en papel, lo hacía casi siempre en la Casa del Libro o la FNAC. Luego me hice con un lector de libro electrónico y dejé de comprar libros en papel. Por completo. Hace poco, sin embargo, me encontré pagando un libro en papel por segunda vez en el transcurso de pocas semanas. Era el «Manual de tipografía» de John Kane. Libro que, por cierto, tiene una web asociada con ejercicios.

Portada del libro «Manual de tipografía» de John Kane

Lo iba a pedir por correo en la web de la editorial (Editorial Gustavo Gili) pero durante el proceso de compra me desconcertó que el IVA (4% en el caso de los libros en papel) se calculara tras añadir los gastos de envío. Es un importe muy pequeño pero, quizá porque me parecía injusto pagar ese IVA también por los gastos de envío, quizá porque transmitía un proceso de compra diseñado con poco cuidado al detalle, abandoné. Encargué el libro en Tipos Infames, una librería en nuestra calle al que vamos a menudo para reunirnos con clientes y colaboradores. En una de nuestras últimas reuniones, al pagar los cafés me avisaron de que el libro ya estaba. Y me ahorré los gastos de envío por completo.

Pero es que unas semanas antes ya me había comprado otro libro en esa librería. «Despacio» de Remedios Zafra, un libro entretenido sobre distintas formas de afrontar el cambio/crisis actual.

Portada de «Despacio», de Remedios Zafra

Esta vez, la compra fue espontánea. Acabé en la presentación de este libro un poco por casualidad y, tras escuchar las charlas, y ya que estaba, me compré el libro. Creo que también tuvieron que ver con esta compra, para ser fiel a lo acontecido, los buenos vinos que sirven en Tipos Infames en las presentaciones de libros.

No sé si seguiré comprando libros a este ritmo y acabaré volviendo parcialmente a la lectura de libros en papel (del primer libro, por ejemplo, me molesta el papel con brillo y su peso considerable). Me ha interesado comentarlo porque estas dos compras han sido prolongaciones de otras cosas que hacía en la librería y en este sentido, son una pequeña demostración de que el modelo de no ser sólo librería funciona.

El Creative Commons es para abogados

No era consciente de lo común que es el mal uso de las licencias Creative Commons. Creo que, si queremos que los usuarios no tengan que romperse la cabeza con preguntas del tipo «¿y si lo utiliza una empresa para ponerlo en su web?», el mal uso habría que buscarlo no en el lado de los usuarios sino en el del que elige la licencia. Pero resulta que a las personas que no son abogados les cuesta entender las diferencias entre las distintas licencias y sus consecuencias, y eligen mal más veces de las que eligen bien. Quizá el fallo esté en el sistema de licencias y no en las personas.

Comercio justo, calidad y la máquina certificadora

Chocolate El Ceibo

Certificados como Fair Trade, Organic y los otros han aprovechado esto para lamentablemente convertirse en negocios que cada vez necesitan más dinero para alimentar la maquina certificadora.

Casi nada de lo que paga el consumidor llega al productor y sobre todo estos certificados nunca incluyeron (hasta ahora ) el criterio de calidad en la lista de los criterios que piden a los productores respetar.

Es decir, son un grupo de chocolates mediocres (a parte de pocas excepciones) y que no proporcionan un gran cambio en la vida de los productores pero sí, sobre todo, en la vida de la organización certificadora.

[…] Los productores que producen cacao de calidad lo venderán con plus sobre el precio del mercado 2 a 4 veces más altos que el plus Fair Trade u Organic asi que hay mercado para la calidad.

Desde fuera a menudo es difícil evaluar la realidad detrás de las certificaciones. Siempre es de agradecer cuando alguien desde dentro, en este caso la agrónoma Chloe Doutre-Roussel, vierte luz sobre el asunto.

Traducir entre 6 millones de lenguas

c3po y Jabba

En posts anteriores sobre trabajo mecánico y trabajo creativo, hablábamos de que muchas tareas mecánicas de profesiones como abogado o radiólogo serán sustituidas por máquinas. Ahora los economistas de Race Against the Machine hablan de la automatización de la traducción. ¿Cómo no acordarse de C3PO que traducía entre 6 millones de lenguas? Yo querría tener un droid así. Porque, además, parece que las máquinas más inteligentes implican más trabajo, y no menos, para humanos, con tareas más inteligentes, en todos los sentidos.