¿A qué se dedican los «trabajadores del conocimiento»?

Knowledge is power

Todos somos trabajadores del conocimiento

Se está acabando la época en que sólo una élite pequeña y especializada, los llamados intelectuales, necesitaba «trabajar con el conocimiento». Desde hace más de 30 años que Peter Drucker, un reconocido maestro del management empezó a insistir en que construir conocimiento, es decir, innovar, habría de formar parte de «lo normal», del día a día de cada persona, se dedicase a lo que se dedicase. Hoy en día, inmersos en una economía postindustrial, también llamada «del conocimiento» todos, profesores y peluqueros, albañiles y agricultores, carpinteros y creativos de publicidad, absolutamente todos somos «trabajadores del conocimiento». Pero ¿qué quiere decir esto? ¿A qué se dedica alguien que trabaja con el conocimiento? Y, ciñéndonos al tema de este blog, ¿qué queremos decir cuando decimos que un período de prácticas en el exranjero prepara a las personas a formar parte de la «sociedad del conocimiento»?

El quid de la questión está en que trabajar con el conocimiento supone no sólo saber algo sino también ir más allá de lo que sabemos, cuestionarlo y mejorarlo. No se trata pues de hacer un curso tras otro, obtener u título tras otro, memorizar un dato tras otro para ser un mejor «trabajador del conocimiento». No se trata de eso. De hecho, el propio término «trabajador del conocimiento» nos puede llevar a engaño porque no se trata para nada de convertirse en un «trabajador», una palabra quizá demasiado cargada del legado de la era industrial. Se trata de construir conocimiento nuevo movidos por la curiosidad y por ver que lo que construimos es útil y sirve para algo, para alguien. Para hacer esto, no hay que tener primero un título. Se puede hacer en cualquier etapa de la vida. En la etapa en la que toca ganarse la vida, hacerlo nos convertirá, para los ojos de un posible empleador, en «trabajador del conocimiento», si se quiere.

Actitudes

Pero lo importante es construir. Construir conocimiento. Mi peluquera, cada vez que voy, me pregunta por cosas de la comunicación en Internet y siempre acabamos comentando las novedades y los retos al respecto. Nuestras conversaciones, enmarcadas en este caso en una relación cliente-proveedor, son parte de la «sociedad del conocimiento» y más si cada una, tras la conversación, hacemos algo con lo que aprendimos. Escribimos un post, probamos una nueva herramienta, una nueva técnica o apuntamos algo en nuestras notas. En uno de mis blogs favoritos de gestión de conocimiento, publicaron hace poco un perfil del trabajador de conocimiento. En cuanto a actitud, la persona que construye conocimiento junto a otros es, ante todo, curiosa y reflexiva. Pregunta mucho, a sí misma y a otros y sobre todo le interesa el «porqué» y el «cómo» de las cosas.

Habilidades

Respecto a las habilidades, para construir conocimiento hay que ser muy buenos comunicando. Comunicar para expresar ideas y contar experiencias —hablando y por escrito—, comprenderlas y mejorarlas juntos, es la base para crear conocimiento nuevo porque éste se crea a través de la interacción, no existe por sí sólo. No hay verdades a alcanzar, sólo conocimiento nuevo a crear. Ser buenos comunicando incluye saber dar y recibir feedback y estar cómodos conversando con personas que tienen ideas diferentes, a veces incompatibles, con las nuestras. También abarca saber idiomas para tener un círculo más amplio de personas con quienes comunicar. Y leer mucho. Y buscar información de forma proactiva. Y —una habilidad que envidio porque yo no la domino todavía— teclear rápido y a ciegas.

Conclusiones

En su esencia, el «trabajador del conocimiento» se dedica a comunicar y a reflexionar. Las actitudes y las habilidades que hacen que una persona sea buena comunicando y reflexionando, hacen que esa persona construya conocimiento, se dedique a lo que se dedique. Hay muchas formas para desarrollar estas actitudes y habilidades. Una de las mejores es viajar pero no de turistas sino, por ejemplo, para practicar o trabajar, para hacer cosas, en el extranjero. Un período de prácticas fuera de nuestro entorno habitual puede preparar, en este sentido, efectivamente a «formar parte de la sociedad del conocimiento». Lo hace tanto más cuanto más esté enfocado a que practiquemos, de manera profunda e inmersa, comunicar y reflexionar.

Foto | Daquella manera

Cómo financiarse las prácticas en el extranjero

Cómo financiarse las prácticas en el extranjero

Los representantes de los estudiantes Erasmus, en su declaración en el 25. aniversario del Programa, proponen una circulación más libre de los estudiante entre las universidades, sin depender del presupuesto del Programa.

Utilizar las asociaciones de estudiantes y las redes sociales para facilitar el acceso a un trabajo compatible con las estancias formativas que permita el acceso al programa de un mayor número de estudiantes. Que se permita la libre movilidad de Erasmus sin beca económica.

Me parece una de las propuestas más interesantes de esta declaración. Podría ser una de las soluciones a la sobreburocratización del Programa, que está recibiendo cada vez más críticas. A la vista del aumento del presupuesto para la fase 2014-2020, cabe la posibilidad de que la tendencia de más burocracia y centralización vaya en aumento. Por eso, este tipo de críticas son relevantes y ahora es el momento para expresarlas, antes de que se articule el sistema que administará el «Erasmus para todos».

Ahora bien, sin beca económica, tal como se propone en la declaración, hay muchos menos trámites administrativos y, en cambio, mucha más necesidad de apoyo, habilidades y conocimiento para encontrar un trabajo y poder ganarse el sustento mientras uno estudia fuera. Un cambio de reglas importante que iría en la buena dirección: más asunción de responsabilidad por los propios estudiantes. Yo lo vería con buenos ojos. Habría más recién titulados con experiencia real de trabajo y, por tanto, ideas más claras, para cuando se consigue el titulo.

Por otro lado, si miramos esa parte del mundo en que sucede el aprendizaje informal –sin créditos y títulos oficiales aunque no sin reconocimiento social– esta propuesta ya es realidad. La Bombonera de Barco aprendió en fábricas de chocolate en Suiza y Francia antes de montar su propia bombonería, mientras la pastelera y heladera de Chocolatísimo acaba de regresar de Italia, última parada de una serie de estancias que organizó con el fin de aprender cosas nuevas. De experiencias de este tipo se pueden sacar lecciones valiosas sobre cómo financiar o complementar la financiación de las prácticas en el extranjero mediante soluciones novedosas y menos obvias.

Noticias como las que sacaron hace poco en Erasmoos y en Erasmusu, indican que hay empresas dispuestas a pagar por la publicidad que les pueden dar estudiantes y aprendices viajeros. En el primer caso, es la oficina de turismo de Flandes que paga por que estudiantes Erasmus escriban y editen un blog en español sobre las atracciones turísticas de esa región. En el segundo caso, una empresa de logística que vende servicios a viajeros internacionales paga por que estudiantes Erasmus le creen publicidad en la web.

Seguro que no son las únicas y que muchas empresas en una variedad de sectores en fase de internacionalización estarían dispuestas a pagar por publicidad o bien por conocimientos específicos sobre determinados mercados extranjeros. La mayor parte del conocimiento del mundo es local, la mayoría de las empresas también lo son y lo que necesitan es conocimiento local sobre otras empresas similares pero en otros países y regiones. Justo el tipo de conocimiento al que tienen acceso las personas que van a aprender al extranjero.

Foto | Scott Wills

Teorías del aprendizaje: la Indagación Progresiva

Elementos de la Indagación Progresiva

Estoy documentándome sobre las teorías del aprendizaje más relevantes para el diseño y gestión del conocimiento de personas, empresas y organizaciones. Siendo consciente de su reputación, es poco sorprendente que haya llegado a trabajos realizados en entornos universitarios finlandeses. La primera de estas teorías es la Indagación Progresiva.

En el modelo pedagógico de indagación progresiva, se facilita el tipo de construcción del conocimiento que caracteriza a las comunidades de investigación científica y la forma en que los expertos trabajan con el conocimiento. Fue introducido en el libro Progressive Inquiry: Overcoming Limitations of Human Intelligent Activity, de Kai Hakkarainen, Kirsti Lonka y Lasse Lipponen, publicado en 1999.

El modelo cuenta con 7 elementos básicos.

  1. Delimitar el contexto, con el fin de anclar los problemas que se van a investigar a conceptos dentro de un dominio de conocimiento o bien a situaciones de la vida real. Responder por qué merece la pena indagar sobre el problema favorece el desarrollo, por parte de las personas, de un compromiso cognitivo para resolverlo. Es importante que el problema sea susceptible de investigarse desde distintos puntos de vista. Los intereses personales de la persona que va a investigar son fundamentales a la hora de crear el contexto.
  2. Presentar los problemas, en forma de preguntas que guiarán el proceso. En muchas acciones formativas no se plantean preguntas en absoluto. Ahora bien, sin preguntas no puede haber indagación. Las preguntas que nacen del interés intrínseco de la persona, así como las que comienzan con «por qué» y «cómo», son especialmente valiosas, mientras preguntar por meros hechos y datos tiende a generar conocimiento fragmentado. La comprensión muchas veces emerge al solucionar problemas conceptuales, conflictos, fenómenos inesperados. El profesor puede guiar, pero es imprescindible que sean las personas que generan las preguntas.
  3. Crear conjeturas e hipótesis propias, interpretar el fenómeno que se investiga desde el propio punto de vista antes de enfrentarse a las explicaciones de otros o las teorías científicas. Al hacer esto, se usa el conocimiento que uno ya tiene, se hacen inferencias que extienden la comprensión y uno se hace consciente de sus propias ideas intuitivas al respecto del tema que se investiga. Es importante que estas ideas propias de cada uno se expongan y se discutan de forma colaborativa y en esto, el blog puede ser una de las herramientas fundamentales.
  4. Evaluar de forma crítica las hipótesis generadas a base de las explicaciones intuitivas de cada uno. Identificar las fortalezas, las debilidades, las contradicciones y las limitaciones de estas ideas intuitivas así como el conocimiento adicional necesario. Esta evaluación será la base para buscar información nueva.
  5. Profundizar en el conocimiento mediante experimentos, recolección de datos y lecturas. Es importante que esto suceda guiándonos por las preguntas formuladas, de la otra forma es imposible gestionar toda a información nueva. La idea es que examinemos nuestras explicaciones intuitivas a la luz de la nueva información que vamos obteniendo.
  6. Profundizar en los problemas modificando o afinando más y más las preguntas que habíamos hecho al principio. También cabe hacerse preguntas subordinadas a las grandes preguntas iniciales. Responder, inspirándose en información nueva, estas preguntas subordinadas, lleva a poder responder mejor las amplias preguntas iniciales.
  7. Compartir y distribuir el conocimiento a lo largo de todo el proceso de indagación. Esto quiere decir compartir de verdad todo el proceso: las preguntas iniciales, las conjeturas y las hipótesis que uno formula y luego modifica, la información nueva que va descubriendo y las revisiones de las preguntas y problemas iniciales. La interacción favorece que la persona descubra las contradicciones, inconsistencias y limitaciones de sus propias hipótesis puesto que se enfrenta a otros puntos de vista de forma continua. Explicar nuestro propio punto de vista favorece, de nuevo, el compromiso cognitivo, y nos fuerza a organizar y reorganizar el conocimiento.

Visto el protagonismo de la colaboración en red en el modelo, no es de extrañar que éste surgiera en los años 90, de la mano de Internet. Sin herramientas que facilitan la compartición y colaboración intensiva, no sería posible su uso. Esto no quiere decir, por supuesto, que disponiendo de las herramientas, su amplia aplicación sea fácil. Nada más lejos, me temo. Pero para los que sí están, en su forma de pensar, preparados para aprender y construir conocimiento en red, es un modelo y una guía útil.

«El hacker contra la universidad zombi», de Jorge Jiménez

El terror de los zombies

El hacker contra la universidad zombi es uno de los libros que he leído recientemente. El descubrimiento del blog de su autor, Jorge Jiménez, se lo debo a Jesús, cuyo buen criterio agradezco mucho. Para mí, uno de los valores del libro está en que identifica sin miramientos los problemas actuales alrededor de esta institución milenaria.

El alumno no es el eje vertebrador de la mayoría de las universidades y esto es así porque es visto como la excusa para conseguir otro objetivo.

Esta carencia de poner en el centro a la persona que aprende, hace que la universidad adquiera características de zombi, de muerto viviente que dificulta que las personas podamos prepararnos a los retos que presenta el entorno social y económico de hoy. Principalmente, que seamos capaces de tomar mejores decisiones basadas en el conocimiento, en el esfuerzo consciente y continuo de explicar el mundo y explicarnos a nosotros mismos por qué y para qué hacemos lo que hacemos.

En la sociedad postindustrial cada vez es más necesario tomar decisiones conscientes.

Otro de los valores del libro es que consigue dirigirse a todos los interesados, no sólo al académico, pero sin por ello renunciar a la buena documentación y justificación de sus argumentos. De ese modo, se convierte en una guía bibliográfica para conocer muchas otras miradas a la sociedad red y sus retos, no sólo las del propio autor.

La visión de futuro del autor al respecto al rol de la universidad en el aprendizaje es, en mi opinión, la correcta dado el contexto de la sociedad postindustrial. La presenta de una forma cercana e inspiradora: relata un día típico de un estudiante en una hipotética futura universidad hacker.

El estudiante negociará su propio proceso de aprendizaje negociando entre el interés social, sus propios intereses y su estilo de aprendizaje.

Lo único que no tengo claro es que esta negociación protagonizada por el estudiante tenga que esperar hasta la entrada de una persona en la uni.

Este aprendizaje sólo tiene sentido completo en la universidad puesto que pocas escuelas enseñan a los estudiantes el modo de acceder e investigar en las bases de datos.

Para mí, lo interesante es que sea posible aprender a «acceder e investigar en las bases de datos», es especial en esa gran base de datos que es Internet (copiando las palabras de un comentarista, que me gustaron mucho) en cualquier escuela, en cualquier tipo de aprendizaje formal o informal. La edad de ir a la universidad me parece demasiado tardía para ello.

Para terminar, lo mejor del libro es que no termina al final del pdf (de descarga gratuita). En el blog De hackers y zombis, Jorge comparte de forma continua los aspectos zombis de la vida para contraponerlos a las soluciones del hacker. Una aventura refrescante que, para quienes la siguen activamente y reflexionan sobre lo que cuenta, se puede convertir en la versión informal y divertida de una asignatura en sociología.

Foto | kevin dooley

Del acecho a la escucha activa: el lurker y el diseño del conocimiento

Esta semana leí dos noticias relacionadas con el comportamiento de lo que se ha venido a llamar lurker, ese supuestamente 90% de los usarios de la web que figuran en los registros de los sistemas pero no hacen nada de forma activa, de modo que se les considera usuarios pasivos. El verbo lurk, que significa acechar, en realidad no se refiere a un comportamiento pasivo puesto que implica un propósito, aunque sí tiene connotación de peligro para los acechados. Me pregunto si al lurker de la vida online también se le asigna ese significado de peligro que tiene el del mundo físico. Probablemente sí.

Volviendo a lo que iba, las dos noticias que leí añaden más matices a este comportamiento supuestamente pasivo y reducen el misterio a su alrededor. La autora de la investigación que publica la BBC observó el comportamiento de unos 7 mil usuarios en las Islas Británicas. Como categorías de comportamiento distingue entre pasividad, reacción fácil, iniciación fácil y participación intensa y le sale la siguiente gráfica.

Comportamiento en la web, según la BBC

Desafortunadamente, como bien señalan en comentarios del post de la autora, no se han publicado los datos de la investigación de modo que no queda nada claro qué diferenciaba, por ejemplo, la reacción fácil de la iniciación fácil. Sin estos datos es difícil saber si los resultados son comparables con la regla 90-10-1 de Nielsen o no tienen mucho que ver.

La otra segmentación de la categoría del lurker viene desde la mirada de la gestión del conocimiento, no se basa en ninguna investigación pero me figuro que sí en la experiencia del autor. Identifica 5 compartimientos ocultos detrás de la categoría del lurker: el «desertor» que ya no tiene interés en el sitio pero olvidó borrar su perfil, el «viajero» que está en muchos sitios, el «escuchante activo», el «abejorro polinizador» que se lleva la idea a otro sitio donde está más cómodo y el «sabio silencioso» que calla para no influir demasiado. Desde el punto de vista de los gestores de la comunidad en la Red, estos comportamientos no se notan pero no son pasivos. Para el diseño del conocimiento del que hablaba ayer Innerarity como la competencia más importante para properar en el mundo en red son, de hecho, bastante relevantes.

Hay que tener objetivos concretos porque no podemos ser buenos en todo

Objetivos concretos

Desde un post de Andrés Pérez Ortega llegé a una simpática y útil publicación del ayuntamiento y la oficina de empleo de San Martín del Rey Aurelio, una localidad en Asturias. Se trata de un cómic de Alfonso Zapico titulado «Marca personal» y va de construir identidad profesional en Internet mediante una presencia en la Red planificada y controlada por uno mismo, con el blog como herramienta central.

Hay tres aspectos del cómic que me gustaría destacar como especialmente relevantes para los interesados en períodos de prácticas y trabajos transnacionales: (1) la importancia de los objetivos concretos, (2) el equilibrio entre necesidades a corto plazo y estrategia personal y profesional a medio-largo plazo y (3) la gestión de la negatividad y las resistencias del entorno.

Hay que empezar definiendo un objetivo profesional porque no podemos ser buenos en todo.

Así empieza este breve cómic y no se puede decir más claro. La falta de una buena definición de objetivos es el principal obstáculo también para el éxito de los períodos de prácticas y uno de los elementos que influyen en la calidad de éstos, junto al apoyo empoderador. Muy acertado comenzar con esto puesto que es la base sobre la que construir. Para hacer cosas nuevas, lo primero es soñarlas.

Pero yo necesito trabajo con urgencia, no puedo desperdiciar ninguna oportunidad.

En el caso de practicar y trabajar en el extranjero este dilema entre encontrar rápidamente un trabajo «de lo que sea» y construir una identidad profesional de forma proactiva aparece en la forma de salir fuera con el único objetivo de aprender el idioma y luego acabar decepcionados por no vernos reconocidos en «lo nuestro». Es cierto que si se va sin conocimiento lingüísticos lo primero es adquirirlos pero esto no debe hacernos olvidar que la lengua es una herramienta, no un fin en sí mismo. Mientras se cubre la necesidad a corto plazo (aprender el idioma) hay que seguir trabajando, de forma paralela, en el objetivo estratégico: construir una identidad profesional sólida, con Internet como principal herramienta.

Si te digo la verdad, no me fío mucho de lo que se anda publicando en Internet. Eso de que todo el mundo pueda escribir, no me gusta.

Muy importante contar con este tipo de reacciones de quienes renuncian a usar las herramientas web de forma proactiva para construir su identidad y piensan, ergo, que otros tampoco deberían hacerlo. En este tipo de reacciones lo que habla es el miedo. No hay que dejarse contaminar por los miedos de otros (cada uno que lidie con sus propios miedos, nosotros ya tenemos los nuestros) y para esto, es bueno estar preparados para recibir reacciones negativas y responder ante ellas adecuadamente.

Quería destacar estos tres elementos del cómic, pero lo que es aun más interesante es descargar y leer el cómic entero. Es breve, va al grano y cuenta ejemplos. Es un excelente material de orientación profesional.

Grupos de LinkedIn, hasta qué punto una oportunidad para destacar

LinkedIn

La mayor parte de los grupos de LinkedIn en castellano carecen de contenido de calidad: datos relevantes, enlaces de interés, reflexiones que puedan ayudar a otros.

La cita es del Manual de Uso de LinkeIn que publicó Territorio Creativo, que identifica esta carencia en los grupos de LinkedIn como una oportunidad para destacar por parte de quienes sí quieran aportar contenido de calidad.

De entrada, pienso que las personas más preparadas para aportar en los grupos de LinkedIn son las que ya construyen identidad digital de forma proactiva en un espacio que les pertenece o les pertenece más: un blog autoalojado o, como poco, un blog en una plataforma. Igual que, como lo escuché hace poco de Sherry Turkle, las personas que llegan a Internet desde una cultura de reflexión son las que más aprovechan las herramientas para mejorar su vida, las que dicen lo que tienen que decir en espacios propios son las que mejor lo van a hacer también en sitios como LinkedIn.

Pero para esto hacen falta grupos vivos con conversaciones estimulantes. Y estos también escasean. Para que existan no sólo es necesaria una cultura de generación de conocimiento sino que, además, a los dinamizadores les convenza articular las conversiones en LinkedIn, un entorno en que, recordemos, predomina visualmente la marca de LinkedIn, no ofrece suscripción por RSS y no facilita la documentación de las conversaciones o que se pueda disponer con total libertad de los datos para su posterior análisis y reutilización.

En mi experiencia, los grupos de LinkedIn son más tablones de anuncios que grupos de conversación. Sirven para descubrir conexiones nuevas —en este sentido sí se puede destacar— que potencialmente se podrán transformar en relaciones de mayor compromiso. Pero esta transformación no sucederá en LinkedIn sino en entornos más adecuados para la articulación de la confianza como los blogs, los encuentros presenciales o el email.

Pensando sobre correo electrónico, blogs internos y software libre para colaborar

Since email is the number one method of keeping up to date, find ways to make it easier or replace it with a world without email. Using internal blogs for any multi-recipient email is a start. That way it’s visible, in one permanent place, with all the comments attached.

Me hace gracia encontrarme esta recomendación justo ahora, entre otras encaminadas a fomentar el aprendizaje informal. Hace apenas unas horas que comentamos en Cartograf la necesidad de repensar los flujos de comunicación internos alrededor de algunos proyectos. No quiero un mundo sin email, pero sí tengo ganas de experimentar con algunas herramientas de software libre en la comunicación interna de las que hasta ahora pensaba que eran para equipos más grandes.

La calidad de los períodos de prácticas, de nuevo en la mesa de debate en Europa

Calidad de las prácticas en el extranjero

Varios acontecimientos de los últimos años han llevado a la Comisión Europea, en concreto a la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusion, a sacar una consulta pública sobre la calidad de los periodos de prácticas. Entre estos acontecimientos se encuentran por un lado iniciativas civiles como la Génération Precaire, la Generation Praktikum o la Repubblica degli Stagisti, por otro lado proyectos políticos como el informe de la eurodiputada danesa Emilie Turunen sobre reforzar la posición de los becarios y los aprendices o la propuesta de carta de calidad para las prácticas del Foro Europeo de la Juventud. A esto se suma la propia agenda de la Comisión Europea, con el programa Erasmus para todos en el horizonte más inmediato, que financiará cada año más de 100.000 periodos de prácticas en el extranjero comenzando en 2014.

En este contexto, surge pues la necesidad de un nuevo marco de calidad para las prácticas que sirva de referencia y que cuente con el respaldo de una parte amplia de los interesados. La consulta pública, para la cual existe un documento de trabajo en 22, y un cuestionario en 3 idiomas, está abierta hasta el 11 de julio. El marco de calidad que la Comisión Europea elaborará, entre otros, a base de esta consulta, será una recomendación de aplicación voluntaria a todo tipo de prácticas en empresas, con excepción a las del sistema dual de formación profesional, por tener éste características únicas y no comparables con los periodos de prácticas fuera del sistema dual.

El documento de trabajo esboza las conclusiones de un informe sobre el contexto para la elaboración del nuevo marco de calidad para prácticas en empresas que la Comisión encargó a GHK Consulting y que, según mencionan, se publicará a lo largo de este mes de mayo. A continuación, propone los elementos de los periodos de prácticas que probablemente se incluyan en el nuevo marco de calidad.

  • Existencia de un contrato de prácticas (en la línea de lo que ya se hace en programas de prácticas en el extranjero como Leonardo o Erasmus Prácticas)
  • Buena definición de objetivos de aprendizaje y formas de apoyo tutorial
  • Reconocimiento adecuado (en la línea de documento de Movilidad Europass, una herramienta de certificación ya existente)
  • Duración adecuada
  • Protección social y remuneración
  • Transparencia y mejor acceso a información respecto a derechos y obligaciones de todas las partes

El cuestionario de la consulta pública tiene 6 preguntas y, personalmente, creo que responderlas es un ejercicio interesante, tanto de autoreflexión como de compartición de conocimiento.

  1. ¿Existe una necesidad de tomar medidas a nivel europeo respecto a la calidad de los periodos de prácticas?
  2. ¿Cuál debería ser el alcance de unas medidas así?
  3. ¿Qué forma deberían tomar estas medidas?
  4. ¿Son relevantes los elementos para un marco de calidad de los periodos de prácticas que propone el documento de trabajo?
  5. ¿Qué otros elementos propondría?
  6. Cualquier comentario adicional

Por mi parte, pienso responderlas y compartirlas no sólo con «Bruselas» sino también, aquí en el blog, con todo el que tenga interés y ganas de leer y comentarlas. La liberación del conocimiento mediante el buen uso de herramientas web que dotan de autonomía a las personas, como los blogs, de momento brilla por su ausencia entre los esfuerzo de mejorar el acceso a la información que, según el propio documento de trabajo, «es uno de los mayores obstáculos en la organización de períodos de prácticas transnacionales». También me parece importante servir de contrapunto a la sobreburocratización y sobrecentralización de los programas, una tendencia intrínseca de la Comisión Europea (como de cualquier administración) y de la cual la unificación de una variedad de programas en uno solo bajo el «Erasmus para todos», es una clara muestra. Tocará, pues, defender el protagonismo de las personas concretas interesadas, sobre todo en la definición de los objetivos del aprendizaje y de las formas de apoyo tutorial.

Foto | JanneM