Mike Ghaffary, vicepresidente de desarrollo de negocio en Yelp, presenta en TechCrunch, en un artículo crítico con el entusiasmo excesivo por el ecommerce y en defensa de las tiendas físicas, su «coeficiente local», una posible métrica para calcular qué porcentaje de un mercado es esperable que quede vinculado al local físico frente al pujante comercio electrónico que afecta ya todos los sectores de la economía.
L = (e + t – s + 5) / 15, with each of the following input variables ranging from 1 to 5:
e = experiencing the service or product in person after buying it is important
t = trying, touching, or seeing the product or service immediately before buying it is important
s = substitutes are available online from a reliable source
Admitiendo que el resultado es subjetivo, no deja de ser interesante la tabla que le sale como resultado.
Aparte de la subjetividad, hay factores contextuales que también influyen. Por ejemplo, la extrema dificultad de encontrar carne buena en las tiendas físicas en Madrid puede favorecer un mayor share del comercio electrónico en carne fresca de lo que cabría esperar. El auge del «consumo colaborativo» es otro factor que podría influir en un aumento de la compra online en segmentos no especialmente dados para ello.
Con todo, parece indiscutible que hay productos y servicios en cuyo caso las transacciones seguirán teniendo lugar mayoritariamente en el lugar físico de venta. Ahí la oportunidad online de negocio está no tanto en la compra, sino en influir en la compra.
The opportunity for mobile and web companies now is in online-influenced commerce for these high-local-coefficient categories. Online-influenced commerce means that consumers want a mobile or web experience before, during and after going to a local business.
En este segmento tenemos servicios como Yelp, 11870.com, Google Lugares (más sus equivalentes hiperlocales) y otros con modelos mixtos, combinando compra e influencia, como MyTime.
Son importantes también las experiencias online ofrecidas por las propias tiendas locales. La Bombonera de Barco, por ejemplo, me ha contado que desde que están disponibles en su web los tamaños de cajas y los tipos de bombones que vende, hay personas que van a la tienda sabiendo con qué bombones concretos quieren rellener qué caja. Están disponibles en la web porque se venden también en la web, donde muchas de las compras las hacen personas que habían comprado anteriormente en la tienda. La tienda física y la online se fortalecen, pues, mutuamente.