Síndrome de dios

Llegué a la charla TED de Tim Harford el domingo por la mañana al repasar los enlaces recomendados de Quantified self. Está relacionada con su nuevo libroAdapt: Why success always starts with failure. En él, argumenta que para solucionar problemas complejos, el método adaptativo de prueba–error, es decir, la experimentación continua es el más eficaz.

Experimentar, sin embargo, choca con el síndrome de dios, al que dedica la charla entera. El síndrome de dios consiste en creer que ya sabemos «la verdad» sobre algo y no interesarnos en cuestionar e investigar esa verdad. Harford, en su charla, pone ejemplos del campo de la medicina, relacionados con la figura de Archie Cochrane, promotor de la medicina basada en pruebas, quien, entre muchas otras cosas, demostró que las personas se recuperaban de un infarto antes en su casa que quedándose en el hospital.

¿Conocéis a personas que no comen huevo porque creen que aumenta el colesterol? Pues sucede que, según el estado del arte, el colesterol que comemos no influye en el nivel de colesterol en sangre. Aun así, al parecer, sigue habiendo expertos que recomiendan no comerlos.

El interés desde la economía por fenómenos como el síndrome de dios no es nueva. Herbert Simon, Premio Nobel de economía de 1978, formuló el principio de la racionalidad limitada según la cual sólo el 10% de nuestras opiniones y afirmaciones tienen su origen en hechos comprobados. El 90% son creencias e historias. Concluyó que el responsable de ese 90% de nuestras afirmaciones que creemos ciertas pero que objetivamente no lo son, es nuestra actitud.

Todo esto parecerá obvio para algunos, dice Harford, pero el hecho de que en las escuelas se enseñen respuestas en lugar de maneras de hacer preguntas e investigar, demuestra que no lo es. No es obvio. El síndrome de dios sigue estando presente en nuestras vidas, día sí y el siguiente también.

4 escenarios de aprendizaje en los ejes gestionar–permitir y datos–relaciones

En el último Online Educa Berlin, un grupo de estudiosos del «aprendizaje corporativo» hizo un ejercicio interesante: crear 4 escenarios del futuro del aprendizaje en las organizaciones a lo largo de los ejes gestionar–permitir y datos–relaciones.

Gestionar y permitir son planteados como dos enfoques para organizar el trabajo. Datos y relaciones como dos fuerzas impulsoras de hacer el trabajo.

Escenarios de aprendizaje a lo largo de los ejes gestionar-permitir y datos-relaciones

Big data: gestionar a base de datos

En este escenario la organización estructura y regula el trabajo y las competencias requeridas. Usa datos de desempeño y evaluación de competencias para gestionar a los trabajadores. Un escenario concreto hipotético sería Google desarrollando herramientas de predicción de desempeño de candidatos.

Yo cuantificado: permitir a base de datos

Las personas trabajan en red de modo flexible y usan los datos con dos fines: mejorar y demostrar competencias. Son las personas las responsables del desarrollo continuo de sus competencias a lo hacen a base del seguimiento, a veces automatizado, de las mismas. Es el futuro de las apps de autocoaching para móviles basado de populares indicadores de personalidad.

Comunidad: permitir a base de relaciones

Es el escenario de las empresas que nacen de comunidades identitarias apasionadas por lo que hacen, muy conectadas hacia dentro y poco conectadas hacia fuera. El desarrollo de competencias es autodirigido y se produce en comunidad, entre iguales.

Jerarquía: gestionar a base de relaciones

Es el escenario más conocido hasta ahora: roles claros, carreras planificadas, gestión del talento y la empresa como principal responsable del desarrollo de competencias de los empleados.

Por lo que he leído, lo que no hay que hacer con un ejercicio así es juzgar los escenarios. Lo que sí recomiendan es intentar «sentirlos, olisquearlos, buscar indicadores de la emergencia de alguno en concreto, usarlos para tomar decisiones y planificar qué hacer en el caso de que se hagan realidad».

Lo que más claro veo es la desaparición del escenario «jerarquías». Muchos indicadores apuntan a que las empresas tradicionales ya no funcionan bien a base de relaciones. De estas, creo que muchas lo intentarán con el «big data». A esto apunta la pérdida de control sobre las herramientas de trabajo por parte de las personas. El «yo cuantificado» parece ser el más acorde con las reglas del mundo en red pero siempre con el desafío de la organización. Éste y el escenario de «comunidad» son los emergentes a los que, de momento se les ve poco y es posible que la superposición de los dos pueda entrañar las nuevas soluciones a la organización.

Mi reflexión final es que los cuatro escenarios me parecen útiles para pensar no sólo el aprendizaje en las organizaciones sino el aprendizaje en toda su amplitud desde los primeros años. Los sistemas educativos están experimentando cambios muy parecidos.

Un hombre asustado es un hombre vencido

El Trono de Hierro me corresponde por derecho, pero ¿cómo lo voy a tomar? Hay cuatro reyes en el reino, y tres de ellos tienen más hombres y más oro que yo. Yo en cambio tengo naves… y la tengo a ella. A la mujer roja. ¿Sabías que la mitad de mis caballeros tienen miedo hasta de pronunciar su nombre? Aunque no pudiera hacer otra cosa, no se puede desdeñar a una hechicera capaz de inspirar semejante temor en los hombres. Un hombre asustado es un hombre vencido. Y quizá pueda hacer más cosas. Pienso averiguarlo.

Como diría Syrio Forel y su discípula Arya, «el miedo hiere más que las espadas».

Llevo leído una tercera parte de Choque de reyes. Mi idea es terminarlo antes de que salga la segunda temporada de la serie.

Aprender a bocados

Encontré el término microaprendizaje, un tema de investigación desde hace unos años, en un acto de microaprendizaje: leyendo con atención un post. Ni siquiera me acuerdo cuál porque, una pena, no me lo guardé en marcadores. Creo que renombaré el término, para mí, a aprendizaje a bocados. A bocados todo —la realidad, la actualidad, las experiencias nuevas— se saborea y se digiere mejor.

A partir de ahora me fijaré en qué actividades entran en esta categoría. Como que Rework, el libro que también se está leyendo (o ya se leyó) Fer, está dividido en capítulos–bocados que se leen en 2-3 minutos —y dan para pensar durante muchos más. A bocados, amigos, seguiremos aprendiendo en este blog también en 2012.

Escribir para domesticar el caos

Hay un capítulo en el libro de Csikszentmihalyi sobre la creatividad en el ámbito de la escritura. Me gustaron las palabras de la poeta Hilde Domin quien decía que «escribir honestamente es construirse una defensa contra ser programado». Pensé en el libro de Rushkoff y mentalmente añadí la vertiente de «desprogramación» a la reflexión del otro día sobre blog y aprendizaje autodirigido. Y ahora que lo vuelvo a pensar, la desprogramación es la otra cara del empoderamiento.

Otra cosa que me enseñó este capítulo es el estrecho vínculo entre empoderamiento y la habilidad de ordenar las experiencias. La metáfora del poeta usando la forma y el estilo para ordenar su mundo y restaurar su control de los acontecimientos, me parece potentísima para pensar la organización de empresas y proyectos. En el fondo, para organizar bien, se necesita una buena dosis de creatividad.

Ventaja competitiva: ser humano

El 40% de los empleos en Estados Unidos podrían ser sustituidos, en mayor o menor medida, por software. Lo que me resultó novedoso del artículo de The Economist, aparte del porcentaje en sí, es que muchas tareas de «trabajadores del conocimiento», como abogado o radiólogo, entran dentro de ese 40%. Una cifra chocante, quizá alarmista pero también una nueva oportunidad para comprender que, de verdad, cualquier trabajo mecánico es para las máquinas. Ya somos ciborgs y lo seremos más. Nuestra ventaja competitiva frente a las máquinas serán las habilidades que nos hacen humanos: imaginar, sentir, pensar, adaptarnos, adoptarnos, improvisar, organizar, intuir, crear. ¿Acaso no es prometedor pese a ese 40%?

Escribir en la web

La Web y la adaptación de nuestras actividades a ella supone una oportunidad para volver a pensar sobre cómo hacer bien las cosas. Estos días estuve leyendo sobre escritura online y parece que en este ámbito, la Web es una nueva ocasión para recordar la importancia de la buena redacción y la buena edición.

El comportamiento más común

Resulta que lo que más hacemos en la web es cazar información e ignorar detalles. Una vez encontremos lo que buscábamos, algunas veces (!) nos sumergimos más profundamente. El contenido web necesita, por tanto, soportar ambos aspectos del acceso a la información: búsqueda y consumo. Los textos necesitan ser escaneables, pero también necesitan dar las respuestas que buscamos.

La importancia de poder extraer con facilidad la información de una página convierte los siguientes tres elementos en fundamentales al escribir en la web:

  • Lenguaje objetivo (sin lenguaje de publicidad)
  • Textos concisos (bien editados y cortos)
  • Diseño escaneable (que rompe la uniformidad del texto)

El texto frente a otros formatos

Sucede que buscamos texto antes que audio, imágenes o vídeo. En estos últimos formatos es más difícil escanear el contenido y detectar la parte del mensaje que más nos importa. Los textos, en cambio, pueden ser ojeados, escaneados, segmentados, resumidos y reutilizados (traducidos, formateados, enlazados, transmitidos) mucho más fácilmente que el contenido de audio o vídeo. Tener en cuenta esto nos ayuda a conseguir una mejor experiencia de usuario, por ejemplo, poniendo el titular siempre por encima de la foto.

Facilitar la lectura no lineal

Una vez conscientes de que el comportamiento más común es la búsqueda mediante el escaneo de la página, podemos usar técnicas que faciliten la lectura no lineal.

  • Usar la pirámide invertida. Consiste en comenzar el post con la conclusión, seguir con la información de apoyo más importante y terminar dando contexto.
  • Ser directos y eficientes con los títulos. Tratar de ser demasiado estéticos o usar metáforas puede ahuyentar al lector. Éste, a las finales, solo quiere saber si vale la pena leer una historia. En promedio, el titular tiene menos de un segundo de la atención del usuario.
  • Usar la pirámide invertida horizontal: conseguir que las dos primeras palabras o el primer tercio del título y de los párrafos sean portadoras de información. A esta técnica también se le denomina «recargar a mano izquierda» y mejora la escaneabilidad debido al patrón F de lectura. Es el motivo por el que los artículos y las expresiones de enlace (por tanto, de modo que…) no funcionan para iniciar títulos, párrafos, intertítulos o ítems en una enumeración.
  • Evitar la repetición de la información. Técnicas periodísticas como el uso de antetítulo, título y sumario, asumen una lectura lineal que en la web no sucede.
  • Usar la forma más fuerte de los verbos: el presente y el pretérito perfecto. Crea acción, economiza palabras y revela a los actores. «Decidir» en lugar de «tomar una decisión», «usar» en lugar de «hacer uso».
  • Ubicar las palabras fuertes al comienzo y también al final de frases y párrafos. La coma actúa como un reductor de velocidad y el punto como una señal de pare. En el punto, la idea de la frase se completa. La pequeña pausa en el flujo de la lectura magnifica la palabra final. Este efecto es intensificado en el final del párrafo, donde las palabras finales limitan con frecuencia con espacios en blanco. Los ojos de los lectores son atraídos por las palabras próximas a espacios en blanco.

  • Reducir el número de ideas por frase. Minimiza la puntuación y se reduce el tamaño de la frase. Las frases largas obligan al usuario a establecer relaciones complejas entre las ideas de la frase. Es difícil seguir una frase de más de 30 palabras.

  • Alternar frases de diversa longitud. En ocasiones querremos escribir una frase larga. Esta también puede ser clara y poderosa cuando el sujeto y el verbo adquieren significado temprano. «Ramificando a la derecha» conseguimos que la relación de ideas vaya en una sola dirección.
  • Romper la uniformidad del texto con las siguientes herramientas.

    • Intertítulos. Cada intertítulo es una nueva oportunidad para atraer atención «recargando a mano izquierda».
    • Enumeraciones con 7 más o menos 2 ítems. Es preferible no usar números para identificar los ítems, salvo que tenga importancia el orden.
    • Negrita, un elemento de color que sirve muy bien para diferenciar preguntas en una entrevista, primeras palabras dentro de una enumeración así como palabras sueltas o frases completas dentro de un texto.
    • Enlaces. Son un elemento que destaca por color.
    • Dígitos. Usar dígitos para los números atrae la atención porque representa hechos. Los dígitos rompen la uniformidad del texto, incluso sin estar en negrita.
    • Párrafos cortos. Los posts con párrafos cortos reciben más atención que las de párrafos largos.

    Optimización para buscadores

    Podemos tener en cuenta técnicas como favorecer el uso de variaciones semánticas frente a la densidad de palabras clave. Pero es mucho más importante hacer bien el ejercicio de jerarquización para la construcción de la pirámide invertida. Éste nos ayudará a definir las palabras clave que usaremos para categorías e etiquetas. Es el buen uso de las etiquetas lo que mejor nos posicionará.

    Los buscadores están continuamente mejorando sus algoritmos para aumentar la relevancia de los resultados de las búsquedas. Escribir para la gente en lugar de hacerlo para los motores de búsqueda es, por eso, la mejor estrategia a largo plazo para asegurar un buen posicionamiento en ellos.