Paradoja cotidiana

Leo hoy en el block de notas de Isabel esta cita:

La mayoría de las veces el interés nos visita cuando ya estamos inmersos en una actividad. Las cosas que nos gustan hemos descubierto que nos gustaban mientras las hacíamos, no antes de hacerlas.

Ayer me apunté, en relación con atreverse a hacer cosas nuevas:

Con las cosas nuevas, a menudo ocurre que hasta no saber que podemos hacerlas, no nos lanzaremos, y hasta que no nos lancemos, no sabremos que las podemos hacer.

Que, a su vez, estaba basada en una cita de «1984» de Orwell.

Para resolver la paradoja, el autor de la primera cita propone que los niños tengan «derecho a aburrirse» y «derecho a experimentar frustración». Mi propuesta, pensando en adultos, era buscar buenos maestros que ayuden a lanzarnos y disfrutar del camino aunque no sepamos con exactitud hacia dónde vamos.

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