Sin saber yo prácticamente nada de la evolución de la televisión, pues no la veo desde que tenía 15 años, creo que este vídeo de 1979, aparte de un documento histórico, ofrece una oportunidad estupenda para estudiar la evolución de las formas en el debate televisivo.
Fíjense en los siguientes elementos:
La música de fondo. Es música clásica.
Los invitados. Es necesario presentarlos con detalle. No son tertulianos que van todas las semanas.
De siete invitados, dos son personalidades públicas del extranjero.
De siete, sólo uno es periodista.
El programa incluye el visionado de una película de más de dos horas que sirve de ancla para debatir sobre el tema. En este caso, la democracia.
Al finalizar el programa, se incluye una bibliografía. Deben de ser los libros que el moderador usó para preparar el programa.
Los participantes respetan el turno de palabra. El moderador les invita a «interrumpirse para que haya discusión» pero son demasiado educados (menos uno).
El ritmo del debate es suficientemente pausado para que se fumen puros, pipas y cigarros.
Aparte de esto, tiene interés el mobiliario, el estilo de las gafas que llevan las personas y un montón de otros pequeños detalles. Merece la pena el visionado.
Localizadores de billetes de tren y entradas a conciertos.
PINs de bancos, de la Agencia Tributaria, de Google, etc.
Avisos de mi banco después de mis compras con tarjeta.
Avisos de altas y bajas de la Tesorería General de la Seguridad Social.
Avisos de vuelta al stock de productos de IKEA y de tiendas online.
Recordatorios de citas médicas y de reservas de alojamientos y viajes de Airbnb, Booking, BlaBlaCar, etc.
Publicidad de empresas en las que me he dado de alta como cliente.
Antes el SMS era para comunicarse con amigos y familia y los mensajes publicitarios por SMS resultaban molestos. Ahora con amigos y familia se comunica por otros canales (destacando Facebook y Whatsapp) mientras por SMS recibimos información útil e importante de diversos tipos a la que nos interesa prestar atención. No es de extrañar que, bien hechas, las campañas de SMS tengan tasas de apertura y conversión mejores que las campañas de email.
Tomé esta captura de pantalla al hacer la declaración de la renta de este año para tenerlo como ejemplo de información estructurada desde el punto de vista del burócrata o desarrollador en lugar del punto de vista del usuario. Para el burócrata o el desarrollador, estar haciendo la declaración de un fallecido (muy poco probable) o estar haciendo la declaración de uno mismo sin incluir otros miembros de la familia (bastante probable) entra en la misma pregunta porque un Sí a cualquiera de estas opciones significa para ellos usar el mismo formulario. Al usuario, seleccionar una casilla donde una de las opciones es estar haciendo la declaración de un fallecido, le genera inseguridad (las opciones tienen poca relación entre sí y tienen probabilidades de ser ciertas muy diferentes, estas dos cosas convierten la selección de la casilla en contraintuitivo).
Hay varias soluciones para enfocar la pregunta desde el punto de vista del cliente. Lo mejor sería separar la opciones en varias preguntas pero si esto no es posible, un buen comienzo sería empezar con la opción más probable en lugar de el menos probable.
P.D.: Disculpas a burócratas y desarrolladores que sí piensan en el usuario al hacer su trabajo.
En el futuro, el contenido, los productos y los servicios te encontrarán en lugar de tú tener que buscarlos. Puma te avisará de que toca renovar zapatillas y Mariott te presentará opciones de habitación cuando pierdas tu conexión de vuelo. En lugar de visitar un sitio web, seremos notificados de lo que es relevante y se nos pedirá que actuemos. (…) Lo que la gente realmente quiere es encontrarse con la información en lugar de tener que buscarla. Ahorra tiempo y esfuerzo y en el fondo, una mejor experiencia de usuario siempre gana.
Sin duda más cómodo para el usuario pero como consecuencia, el usuario vivirá más en una burbuja que ahora. (Aunque no le importará.)
Al contrario de lo que indica su nombre, el carrito de compra en la web no es tanto una cesta para guardar los productos a comprar como un «probador» donde decidir con qué artículo quedarse y cuál descartar. Tras esta introducción, leemos en el blog de Nielsen Norman Group cuatro recomendaciones de usabilidad para las páginas de carrito que apoyan ese rol destacado del carrito en el viaje hacia la compra.
Entre ellas, la recomendación de tener una página dedicada exclusivamente al carrito, algo que era normal hace unos años pero ahora hay que pedirlo.
Having a full shopping cart would hardly have been necessary as a usability guideline in the old days where everybody did so, but today we need to tell designers to do so. Some sites only allow users to view the shopping cart in a minicart view that appears as an overlay or as part of the checkout process, but not as a dedicated page. For many users, that approach is fine. However, for shoppers who are trying to consider a purchase or make a decision, this can make decision making more difficult, as the cart is relegated to a small area of the screen.
Como nota final, un carrito en condiciones es aun más importante cuando el carrito sirve de «gestor de stock» como ocurre en el comercio electrónico B2B (clientes añadiendo artículos al carrito de su proveedor conforme se les van acabando).
En mi propia bandeja de entrada solo lo he notado hace poco pero parece que desde 2012 -año en el que se publicó un white paper dedicado específicamente a este tema– es bastante habitual el uso de caracteres especiales (corazones, estrellitas, etc.) en los asuntos de campañas de email con el fin de conseguir mejores resultados (mejores tasas de apertura, menos denuncias como spam, mejor captura de atención aunque sea sin abrir el mail, etc.).
¿Es buena idea usar caracteres especiales en el asunto de campañas de email? En la gran mayoría de las entradas de blog que tratan el tema se indica que su uso puede mejorar los resultados. En general todos coinciden en que son imprescindibles dos cosas si se van a usar caracteres especiales en el asunto: (1) comprobar que el carácter concreto utilizado se muestra bien en los clientes de correo de los receptores y (2) aplicar la metodología de prueba y error para saber si en nuestro caso concreto mejora o empeora los resultados.
En un reciente artículo de Nielsen Norman Group sobre asuntos de correo que mejor capturan la atención, recomiendan -en caso de no poder evitar usar caracteres especiales en el asunto- no colocarlos al principio sino mejor a la mitad o al final del asunto. Así se consigue que lo primero que el lector escanea tenga significado.
Como ya se podía deducir de esta recomendación, en Nielsen Norman Group no muestran entusiasmo en absoluto por usar caracteres especiales en el asunto de campañas de email y recomiendan aprovechar el espacio disponible para usar palabras clave atractivas y densas de significado.
Probablemente lleven razón en que los caracteres especiales, en la mayoría de los casos, se usan como decoración y no como significante. Y usar un espacio tan escaso y tan clave para colocar elementos decorativos es de difícil justificación desde el punto de vista de la usabilidad.
Los mejores redactores, en cambio, consiguen usar los caracteres especiales de tal forma que transmitan un significado y lo hagan con claridad. Es lo que denominan «una de las mejores prácticas» en otro artículo que podemos leer sobre el tema.
Otro ejemplo de caracteres especiales con significado claro:
Este último ejemplo es quizá el caso de uso de caracteres especiales con significado más trasladable a otros contextos. Pero el caracter especial más usado no son los números enmarcados en un círculo. No. Son los corazones.
Ya saben, si quieren ser originales en sus asuntos de email, ¡menos corazones y más significado!