Las intermediación laboral entre España y Alemania está en auge. En Alemania faltan y faltarán muchas personas —no sólo ingenieros— para hacer todo tipo de trabajos. Buscar trabajo allí desde la Península es complejo y es comprensible que gobiernos, representantes de empresas y pymes se lancen a ofrecer servicios que faciliten la movilidad geográfica de las personas.
Hay actores en este escenario que, sin embargo, están enviando mensajes from the past que despistan.
Las empresas germanas «no quieren ni mileuristas ni becarios indefinidos, a los seis meses formalizan contratos de por vida».
Este tipo de mensajes despistan no sólo porque también en Alemania se están imponiendo contratos de trabajo menos favorables que aquellos característicos del período dorado del estado del bienestar. Despistan sobre todo por llevar el implícito de que un «contrato de por vida» aun es posible y deseable.
Uno de los valores añadidos de una experiencia en el extranjero, sea parte de los estudios sea un proyecto personal independiente de políticas y programas, es que prepara a la persona a ganarse la vida en contextos diversos. Esto, a su vez, la hace más preparada para afrontar el desarrollo de habilidades nuevas y los inevitables cambios en su carrera. Ir en busca del «contrato indefinido», como hicieron antaño nuestros padres, despista de este objetivo, mucho más estratégico en el entorno econonómico y social de hoy.
Imagen | Voice of the Job Seeker