Hay un capítulo en el libro de Csikszentmihalyi sobre la creatividad en el ámbito de la escritura. Me gustaron las palabras de la poeta Hilde Domin quien decía que «escribir honestamente es construirse una defensa contra ser programado». Pensé en el libro de Rushkoff y mentalmente añadí la vertiente de «desprogramación» a la reflexión del otro día sobre blog y aprendizaje autodirigido. Y ahora que lo vuelvo a pensar, la desprogramación es la otra cara del empoderamiento.
Otra cosa que me enseñó este capítulo es el estrecho vínculo entre empoderamiento y la habilidad de ordenar las experiencias. La metáfora del poeta usando la forma y el estilo para ordenar su mundo y restaurar su control de los acontecimientos, me parece potentísima para pensar la organización de empresas y proyectos. En el fondo, para organizar bien, se necesita una buena dosis de creatividad.
Decía Nietzsche, más o menos, que «Es necesario llevar en sí mismo un caos, para poner en el mundo una estrella danzante.»(1)
No sorprendentemente, una tesis doctoral que leí hace unos años, ya no recuerdo si la de Esther Rebollar o de Rebeca de Nalda, colocaba esa cita en la apertura de la tesis, justo donde yo coloqué a Lichtenberg y su «hacer cosas nuevas».
No es casualidad que se destaquen esas palabras precisamente como preámbulo de esfuerzos que sirven para crear conocimiento 🙂
(1), según lo que encontré ahora mismo, el original en alemán es:
Creo que sí, que todos llevamos dentro un punto caótico que hay que saber canalizar, y que esa desprogramación puede ser el punto de partida para de ese grafito obtener algo de diamante 🙂
Me encanta esta abundancia de metáforas y citas :). Ver el caos dentro de ti da mucho vértigo, como Nietzsche bien sabía. Para poder convivir con ese vértigo necesitamos sistemas simbólicos como el lenguaje, la ciencia o sistemas aún más antiguos como la danza o la música. Así, poniendo un poco de orden por necesidad, creamos cosas tan maravillosas como poemas, láseres o empresas. Y aunque los láseres no, crear poemas o empresas está, hoy en día y por suerte, al alcance de muchas más personas que cuando yo era pequeña.
Compleja brevedad! Organizando por secuencias, la primera es la que incluye la desprogramación, empoderamiento y habilidad de ordenar las experiencias.
La segunda, que avanzar/construir, organizar bien implica una buena dosis de creatividad.
Aunque si no existe esa dosis de creatividad para animar el proceso tampoco nos atreveríamos con la primera secuencia, con el caos que cita Jose. Es decir, ¿un proceso complejo y no lineal en el que se necesitan muchas conversaciones para ir avanzando?
#colocandoindicadores 🙂
Sí, sin las conversaciones sería imposible avanzar. Conversaciones entrelazadas con momentos de ensimismamiento (las «paredes» de la caja de Manel) y para estos, parece que la escritura, entre otros, es un gran aliado, como lo son también los otros sistemas simbólicos y, en mi opinión, también el ejercicio físico.