Las prácticas profesionales en el extranjero que se organizan en el marco de proyectos Erasmus y Leonardo serían una fantástica oportunidad para el aprendizaje basado en proyectos.
Para cuando llegue el momento del viaje, los alumnos podrían haber aprendido cómo formular objetivos, cartografiar el tejido productivo de un determinado lugar o contexto lingüístico, crear un blog personal para comunicar quiénes son y qué saben, establecer relaciones con empresas en las que les gustaría realizar sus prácticas, organizar el viaje y el alojamiento y, mientras hacen todo esto, darse cuenta de que necesitan esforzarse mucho en aprender bien el idioma de sus prácticas.
Sin embargo, muchas organizaciones que dan la oportunidad a los alumnos de realizar prácticas profesionales transnacionales, las siguen ofreciendo como «plazas», como si de oposiciones se tratara. El mismo camino a recorrer, la misma experiencia precocinada, la misma felicidad para todos. Es una manera de echar a perder una valiosísima oportunidad de aprender-hacer-compartir que prepararía a vivir en un mundo en red.