Releyendo Los futuros que vienen, los párrafos sobre la escala humana me han recordado las hormigas de La era del diamante.
Dice David en Los futuros:
Parece comprobado por la Neurología y sustentado por la evidencia histórica que tenemos una limitación física, un techo fisiológico que no nos permite procesar más que un cierto número de relaciones interpersonales. Somos físicamente incapaces de relacionarnos en un espacio de fraternidad de más de ciento cincuenta personas. A partir de ahí nuestro cerebro salta, cambia de objeto y de manera de pensar simplemente porque es incapaz de manejar tanta información.
En La era leemos:
En la aritmética de las hormigas sólo hay dos números: Cero, que significa cualquier cosa por debajo de un millón, y Algunos.
Para, unas páginas más adelante, encontrarnos con esta exclamación de la Reina de las hormigas:
—¡Muévete con energía, pulmonado! ¡El tiempo es comida! No te preocupes por las hormigas bajo tus patas, no es posible que mates más de cero. —Así que desde ese momento, caminé con normalidad, aunque las patas se me volvieron resbaladizas con tanta hormiga aplastada.
Quizá no es demasiado atrevido sugerir que, fuera de la comunidad real, el cerebro salta a Ceros y Algunos y esto explicaría, al menos en parte, algunos comportamientos que, aunque son de humanos, parecen más propias de hormigas.