He buscado por la palabra «calidad» en los posts que tengo escritos sobre prácticas en el extranjero, y resulta que no la he empleado en ningún momento. Ni una vez. De entrada podría parecer raro porque en mundillo de las prácticas en el extranjero se habla mucho de calidad. Existe una Carta Europea de Calidad para la Movilidad y la Comisión Europea espera, ahora mismo, nuevas sugerencias sobre la calidad de los períodos de prácticas en una consulta pública abierta hasta el 11 de julio.
[pullquote]La calidad está en los ojos de quien mira.[/pullquote]Por mi parte, lo mejor que he leído sobre la calidad en la movilidad para el aprendizaje es que ésta está «en los ojos de quien mira». Más allá de esto, tenemos que especificar con qué ojos miramos si queremos hablar de la calidad de los períodos de prácticas. Llama la atención, por ejemplo, que se hable mucho de derechos y responsabilidades, contratos, remuneración, seguridad social, planes de aprendizaje y certificados pero, a mi parecer, poco de los aspectos cotidianos, del microescenario de las prácticas, de lo que sucede entre la persona en prácticas y su tutor en la empresa.
En este escenario cotidiano, cobran importancia las cosas que hacen que una persona sea bueno en lo que hace. Una de estas cosas es la prácticas deliberada, el tipo de práctica necesario para avanzar en el aprendizaje y la construcción de conocimiento. Podemos hablar de práctica deliberada cuando se cumplen las siguientes tres condiciones.
- La tarea que tenemos delante supone un reto alcanzable. Nos nos aburre pero tampoco nos abruma.
- Cada tarea tiene su objetivo. No estamos simplemente trabajado, estamos trabajando en conseguir algo concreto.
- Buscamos y recibimos feedback para cada tarea que completemos.
[pullquote]¿Cuidamos o descuidamos la práctica deliberada?[/pullquote]Sobre estos aspectos de las prácticas tenemos, me temo, muy poca información. Quizá lo estamos haciendo bien y la práctica deliberada está muy presente en las prácticas en el extranjero, generando aprendizaje y conocimiento tanto para la persona como el entorno (la empresa) que la recibe. Quizá no lo estamos haciendo nada bien y tanto los «alumnos» como sus maestros desconocen los elementos de la práctica deliberada. No lo sabemos. Y no lo sabemos porque, o no hay ojos que miren estos aspectos de las prácticas o bien no los cuentan. Creo que se trata, sobre todo, de lo segundo.