Me cuesta captar las diferencias entre analítica del aprendizaje, analítica académica y minado de datos en la educación. Intuyo que tienen su origen en las diferencias entre distintos grupos de académicos que se ocupan del asunto y que, para diferenciarse unos de otros, usan nombres distintos para hablar del asunto bajo su propia mirada. Algo que, me parece, tiene todo el sentido.
De los tres términos, el que tiene la palabra «aprendizaje» en su nombre, es la que da sentido al término desde la mirada de la persona que aprende, tratándole como propietario de su propio aprendizaje. Bajo esta mirada, lo que se quiere es empoderar al aprendiz para aprender mejor. Ese es también mi interés en el tema.
En el terreno de los métodos, los tres enfoques se encuentran. En todos, la cuestión es captar rastros significativos de aprendizaje.
Of course, capturing meaningful learning traces is something that both we and the EDM community struggle with. Translating those traces into visual representations and feedback that support learning is another challenge: the danger of presenting meaningless eye candy or networks that confuse rather than help is all too real.
— Erik Duval
La mención del meaningless eye candy en referencia a herramientas vistosas como esas que generan grafos sociales, apunta a la dificultad de aplicar algoritmos a fenómenos como el aprendizaje, en los que la confianza entre las personas y la identidad, tienen un papel fundamental.