Hace unos meses comentamos con un cliente un servicio online de articulación de debates llamado Barkles. Un rápido estudio de la herramienta nos hizo desechar la idea de usarla.
Por un lado no interesaba articular los debates en un servicio que no permitía ser los propietarios de nuestros datos que nos habían de servir para aprender y generar conocimiento. Por otro lado, el diseño de la herramienta exageraba el lado emotivo de los debates y fomentaba la polarización de grupo frente a la reflexión. El naming era de lo más honesto y directo (barkles-ladridos).
Ahora, Barkles cierra y los creadores han enviado un mail de despedida en el que reconocen haber construido la herramienta sin haber identificado antes el problema que supuestamente iba a resolver.
One of the main rules about starting a new startup is locking down the problem you are solving. Without a strong problem, you will have less people needing/wanting your product which will result in low traction/return rate. In many cases, Barkles was a cool solution looking for a problem – a reason for people to use it if you will. Had we of nailed down our problem before building the solution we probably wouldn’t have built Barkles in the first place.
Probablemente hagan con este mail su aportación más importante a sus usuarios. Y consigan, de paso, más atención que con la propia herramienta.