Me gustó mucho este estudio de 2004 sobre marketing y su nueva lógica dominante que emerge de la mano de la Red. Lógica en la que todo es un servicio y los bienes materiales se conciben como mecanismos de distribución para la provisión de servicios. En el fondo, lo que se intercambia son habilidades por otras habilidades. Así, habla de que la unidad fundamental de intercambio son habilidades y conocimientos aplicados y que la elección del consumidor hoy en día es entre servir a sí mismo, desarrollando las competencias necesarias, o ir al mercado a buscar el servicio que requiere. Y a menudo elegirá ir al mercado, pero lo hará ya como Principito, con el firme deseo de domesticar relaciones.