Esta semana leí dos noticias relacionadas con el comportamiento de lo que se ha venido a llamar lurker, ese supuestamente 90% de los usarios de la web que figuran en los registros de los sistemas pero no hacen nada de forma activa, de modo que se les considera usuarios pasivos. El verbo lurk, que significa acechar, en realidad no se refiere a un comportamiento pasivo puesto que implica un propósito, aunque sí tiene connotación de peligro para los acechados. Me pregunto si al lurker de la vida online también se le asigna ese significado de peligro que tiene el del mundo físico. Probablemente sí.
Volviendo a lo que iba, las dos noticias que leí añaden más matices a este comportamiento supuestamente pasivo y reducen el misterio a su alrededor. La autora de la investigación que publica la BBC observó el comportamiento de unos 7 mil usuarios en las Islas Británicas. Como categorías de comportamiento distingue entre pasividad, reacción fácil, iniciación fácil y participación intensa y le sale la siguiente gráfica.
Desafortunadamente, como bien señalan en comentarios del post de la autora, no se han publicado los datos de la investigación de modo que no queda nada claro qué diferenciaba, por ejemplo, la reacción fácil de la iniciación fácil. Sin estos datos es difícil saber si los resultados son comparables con la regla 90-10-1 de Nielsen o no tienen mucho que ver.
La otra segmentación de la categoría del lurker viene desde la mirada de la gestión del conocimiento, no se basa en ninguna investigación pero me figuro que sí en la experiencia del autor. Identifica 5 compartimientos ocultos detrás de la categoría del lurker: el «desertor» que ya no tiene interés en el sitio pero olvidó borrar su perfil, el «viajero» que está en muchos sitios, el «escuchante activo», el «abejorro polinizador» que se lleva la idea a otro sitio donde está más cómodo y el «sabio silencioso» que calla para no influir demasiado. Desde el punto de vista de los gestores de la comunidad en la Red, estos comportamientos no se notan pero no son pasivos. Para el diseño del conocimiento del que hablaba ayer Innerarity como la competencia más importante para properar en el mundo en red son, de hecho, bastante relevantes.
Por lo que a mí respecta, una gráfica sin ejes (como ese histograma que clasifica usuarios sin decirte cómo) carece de todo valor. Porque la separación de esos comportamientos puede ser relevante, pero si no me explican en qué se basa el dato se presta a la tergiversación. ¿No está publicado en ninguna parte? Creo que para juzgarlo bien, habría que tener acceso a esas definiciones, ¿no crees?
Sin embargo, respecto al segundo, el lurker tal y como se le entendió toda la vida no es un «usuario inactivo» con perfil olvidado, sino un visitante que lee silenciosa pero metódicamente, toma nota, aprende y se marcha sin dar feedback, sin jamás hacer un aporte ni sumarse a una conversación. Si quieres, no lo mires en el eje activo/pasivo sino en un eje interacción simétrica o asimétrica. Y sin lugar a dudas, el lurker lee y analiza y comprende, todo tareas activas, pero no reporta, no responde, no aporta. Si queremos darle la vuelta al término y decir que los lurkers no son tan malos, pues oiga… nadie dijo que fueran malos, el término sólo define su comportamiento. Lo que define al lurker no es su lectura y su aprendizaje, sino su silencio.
La investigación de la BBC, efectivamente no parece nada seria aunque reconozco que no vi el vídeo. El pdf descargable carece de valor para las cosas que nos preguntamos.
Buen punto lo que comentas del lurker. Puede que en el mundillo del elearning haya habido un cambio de significado porque los dos post por los que yo me orienté protestaban por que al lurker se le considere pasivo. Es comprensible si nos ponemos gafas de pedagogo que en todo busca el aprendizaje y necesita convencer y convencerse de que las personas, aunque no contribuyan, aprenden.
En el lejano tiempo del BBS y mi nunca olvidado Netscape Messenger, más que mirones silenciosos, se hablaba de lurkers como aprendices. Empezaban a aportar cosas al grupo que leían cuando ya tenían algo que aportar (algo aprendido por observación/estudio). Se iban *transformando* en otra categoría (no las recuerdo ya, pero las había, en plan aprendiz, oficial, maestro).
El término «luker» tiene más de «curioso» (o aun «mirón» tipo Peeping Tom), que de acechante (ansias de conocimiento aparte :-). Creo que se sigue considerando más un aprendiz, estudiante silencioso. Aunque pienso que lo que se conjuga de esos términos (lo que definiría al lurker) es una mezcla de madurez y motivación, pero no el silencio: paciencia, si se quiere (pero eso es otra historia).
Por lo demás, el estudio da la impresióin de que lo mayoritariamente llamado lurker no es sino usuario de entorno kleenex: usa y tira o sólo entra a mirar. Y que mete en el mismo saco de lurker a ése, a los curiosos que ni ponen ni quitan y a los aprendices > oficiales > maestros. Sin más, como usuarios de un sistema, son necesidades y actitudes muy diferentes.
Por otra parte, si me interesa participar en un ámbito (sea un foro o un blog como este) donde puedo aprender [temaDesconocido], más me vale ser paciente: leer y estudiar lo que allí se publique. Si no, en 2012 seré ignorante-egoísta («Por favor, envíenme información mi buzón. Agradecido»…) o ignorante-incordiante («Gran post! Me ha gustado mucho. Sigue así»). Eso sí, si se trata de hablar sobre [temaDominado] en un ámbito en el que nunca se ha participado, y sea una primera particpación o una participación única, no va a ser como lurker, en ningún caso. Esto es más habitual hoy que en 1995, tecnológicamente, pero también por uso y costumbre, gracias a todos estos años de web extendida.
Digamos que no me queda más opción que registrarme en un sistema para poder acceder a cierta información: me registro, accedo y, si no necesito más de él, ciao. Nunca ha hecho falta «decirle» nada a una BD por consultarla. Aunque revista forma distinta, sigo viendo Internet como una BD, *LA* base de datos, el «lumniario» del que hablaba Jünger (E., no C.J.). Encarnaría el papel de alguien que necesita cierta información, pero se topa con cortapisas para disponer de ella (soy alguien en desventaja). Sin embargo, para Goody Two Clicks eso me haría contar como usuario «desertor» (soy alguien malo o negativo o no-bueno…).
Me pregunto cuántos parroquianos, de entre los «7,500 UK adult online users» de universo, usan mayoritariamente Fakebook, Twitter, cnn (y ahora Pinterest) como sus sistemas habituales
Enfín, pongamos que todos vendemos algo. Pongamos también que en este blog se vende»cómo aprender» o «cosas entorno a aprendizaje y conocimiento». Holly Goodier se dedica a vender audiencia a BBC«. No discutiré si tiene o no pinta de sirena (he usado mucho Photoshop), pero sí recordaré, hermanos y hermanas, estas tres cosas: soga, mástil y buen amarre.
Lo que a mí respecta, este post ha sido la primera vez que me he puesto a pensar en serio sobre el lurker. Tu comentario, igual que el de Jose, me han enseñado que es un tema ampliamente discutido y yo, como John Nieve, sin saber nada 🙂
En cualquier caso, parece que hay varios significados conviviendo. Los bloggers anglosajones, de verdad, contra lo que protestaban era la pasividad y quedaban tan contentos al llegar a una definición que tú acabas de defender, la del lurker-aprendiz. Luego, si lo miramos desde el punto de vista de quienes «gestionan» una comunidad, lo que más les define es su silencio y, como consecuencia, su cero aporte a la conversación. Hasta que comienzan a hablar, claro 🙂
Me ha gustado tu visión de Internet como la base de datos, una base de datos humana. Encaja en la tendencia de que el valor verdadero está en los datos, eso que llaman Big Data.
Para terminar, tienes razón en lo que vende Holly y también en lo que vende este blog. Creo que no entiendo la última frase; me figuro que me faltan referencias. Interesante la mención de Jünger. Por algo me sonaba que la E. era de Ernst pero no conocía nada más de sobre él. ¡Saludos!
Sí, digamos que el valor verdadero potencial tiene forma de Big Data, pero se genera o hace real con el «Big Access»: la creación de datos (creo que ahí es crucial el hecho de publicar y compartir e incluso publicar/compartir); y el acceso universal a cualesquiera publicaciones elaboradas con tales datos. Ambos hechos, en conjunto, compondrían el «Big Access».
A pesar de las barreras, la cantidad de («knowledge» o aun sólo «how-to») al que se puede acceder hoy a través de Internet, era acariciable hace sólo unas decenas de años en forma de Sci-Fi.
Ojalá hubiera manera de saber en qué proporción la responsabilidad de eso recae en máquinas/soft (que compilan y compilan datos para convertirlos en información) y en personas (que no pocas veces sólo aspiran a compartir lo que les hace disfrutar o cosas que encuentran útiles). Hay libros, descatalogados años ha, que sólo se encuentran en megabibliotecas de acceso condicionado o a través de un buscador de torrents.
La última frase, oh boy… No creo que te falten referencias, sino un comentarista menos retorcido al hablar del engañoso canto de las sirenas. 🙂
Cierto, el quid del big data es quién tiene acceso a estos datos. Y cuando se trata de datos sobre ti y generados por ti, el asunto me parece aun más relevante. Porque compartimos mucho pensando que es «sin fricción» (o directamente no pensnado en ello) pero no hay más que querer acceder a los datos que generamos para encontrarse de cara con la fricción.