¿Cuál es el rol del profesor en el aprendizaje en red? Es una de las preguntas a responder al enfocar el aprendizaje en el siglo XXI. La respuesta que dan desde el conectivismo es que la noción del profesor resulta extraño si concebimos el mundo como red. Lo que cabe es el ejemplo, nodos —temporalmente— más fuertes y mejor conectados que otros. El ejemplo es, en mi opinión personal, lo que mejor ha funcionado siempre como «método pedagógico». Permite centrarnos no tanto en que alguien enseña o que alguien otro aprende, sino en la construcción conjunta de saberes. Permite que más Aes contraten a Aes y que a los Bes no les queden tantos Ces.
4 comentarios en «Rol del profesor en el aprendizaje en red: ser ejemplo»
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Hablando de la “construcción conjunta de saberes”, ayer me di una vuelta larga por estilos de aprendizaje y me quedé con algunas anotaciones que he de reflexionar, pero de entrada me sorprende el discurso tan «torre de marfil», ya que se parece darse por hecho que el punto de vista de quien enseña (y esto ya no encaja con lo de la “construcción conjunta”) está a salvo de todo prejuicio o mala práctica adquirida. Me resultó muy interesante, compartiré la reflexión… supongo que pronto 🙂
Me alegro de que el sitio capturase tu atención. Ya he visto tu post. Respecto a las inteligencias múltiples, en el libro que estoy leyendo ahora (Reglas del cerebro) hay otro punto de vista: que cada cerebro es tan distinto que ni siquiera las mismas regiones son exactamente responsables de las mismas cosas.
En cuanto lo del torre de marfil, es complicado que la destrucción creativa del rol tan asumido del profesor venga «desde la profesión». Quien está acostumbrado que otros le tengan que escuchar tiene difícil conformarse con ser ejemplo.
Leído.
Supongo que la lectura de Reglas del cerebro se verá reflejada por aquí, estaré muy atenta. Tengo la impresión de que me va a gustar ese punto de vista.
Creo que lo de las torres de marfil ocurre en todos los ámbitos, pero todo lo que ocurre en la educación tiene un efecto potenciador (o inhibidor, claro) mucho mayor. Pero yo procuro revisar mis propias torres de marfil, no creas.
Un placer aprender contigo Bianka 🙂