Según nota de prensa de ayer de la Comisión Europea, el programa «Erasmus para todos» para el período 2014-2020 «reunirá todos los actuales mecanismos internacionales y de la UE en el ámbito de la educación, la formación, la juventud y el deporte, sustituyendo siete programas existentes por uno».
El naming: respecto al «para todos» no puedo sino acordarme de la presidenta para todos y lo mal que se lleva el «para todos» con la desintermediación y la personalización del aprendizaje, lo único que funciona. En cuanto a que «Erasmus» se haya comido las demás marcas como Leonardo, Comenius y Grundvtig, era previsible. (Aunque no pueda evitar que me parezca un empobrecimiento, seguramente por los cinco años que trabajé en Agencias Leonardo).
Algunos datos del futuro programa «Erasmus para todos» (pendiente de ser aprobado por el Parlamento Europeo):
- Hay un incremento del 70% del presupuesto frente al período anterior (2007-2013).
- Dos tercios del presupuesto se destinarían a becas de movilidad.
- Dentro de éstas, las becas de aprendizaje en el extranjero para estudiantes de FP de Grado Medio podrían duplicarse y las de las «personas en el mercado laboral» aumentarse ligeramente.
- El número de lo que ya conocemos como «beca Erasmus», sea para estudiar o de prácticas, se aumentaría en un 30% (siempre relativo al período anterior).
- Se aumenta el número de becas para y desde fuera de la UE, pero sólo en la educación superior.
- Para las instituciones educativas y las empresas habrá oportunidades de cooperación en forma de «asociaciones estratégicas», «alianzas de conocimiento» y «alianzas para las competencias sectoriales».
En mi opinión, el detalle más interesante respecto a las «becas de movilidad» será si la gestión y la toma de decisiones respecto a qué, dónde y cómo aprender se traslada a la persona o se mantendrá ligada a las instituciones. En varios ámbitos que cubre el programa tendría mucho sentido lo primero.