La propuesta de formación de la agencia de publicidad SCPF, conocida como SCPF Academy, ha causado indignación en el sector. Muchos profesionales jóvenes la ven como unas prácticas no sólo no pagadas sino pagadas pero por el becario.
Sin menospreciar la decepción que pueda sentir alguien que después de una carrera y uno –o varios– másteres está buscando trabajo infructuosamente y se encuentra con SCPF Academy, creo que merece la pena sobreponerse a la emoción y analizar las consecuencias que el éxito de la propuesta (creo que es probable que tenga éxito) puede tener en tres grupos de interesados del mercado en cuestión (el de la publicidad): los profesionales, las agencias y las universidades. Vaya por delante que no conozco el sector en detalle, mi punto de vista no incluye por tanto las particularidades que pueda tener respecto a otros.
Profesionales
El mensaje principal para los que quieren trabajar en el sector es que una de las empresas más reconocidas tiene claramente una valoración muy pobre de la educación formal en la disciplina. Lanza su propio programa formativo sin aliarse con una universidad y sin esperar a que se acredite por las autoridades correspondientes. Introduce así un nuevo tipo de itinerario de formación que pasa por aprender directamente en la empresa aunque uno luego no se quede trabajando en ella.
La lectura generalizada es que se trata de prácticas pagadas por el becario. Personalmente, veo otra cosa: una oferta formativa global en toda regla dirigida a profesionales con experiencia que quieren dar un salto en su carrera –fundar su propia agencia, hacerse con el puesto de trabajo de su vida–, a la que no me extrañaría que hubiera varios aspirantes desde China, Brasil, Turquía u otras potencias económicas emergentes.
Respecto al precio de 20.000 euros, no digo que no sea alto pero no hay que desaprovechar la oportunidad para pararse un momento y calcular lo que le ha costado a uno su formación universitaria, incluyendo costes soportados por la familia y también costes de oportunidad. Con seguridad, será bastante más que 20.000. Si SCPF Academy tiene éxito, puede cuestionar la validez de la estrategia ahora dominante de carrera universitaria ? máster ? prácticas para trabajar en el sector. Las personas pueden preferir empezar a trabajar sin título aunque sea cobrando poco, ir formándose paralelamente aunque sea a distancia y, si realmente les gusta la profesión, quizá inscribirse en la «Academy» de la agencia que más les gusta para dar el salto al escenario de las carreras ya sólidas en el sector.
Agencias
Aquellas agencias que pensaban que la formación que ofrecen las universidades estaba desvinculada de la realidad de la empresa, ahora tienen una confirmación potente de su opinión. Pueden empezar a valorar lanzar algo parecido. Con que lo hagan unas pocas, habrá nacido un mercado de itinerarios alternativos a la educación formal en el sector de la publicidad. Esto, previsiblemente, bajará los precios de la formación ofrecida por las agencias.
Dependiendo del enfoque de las «Academy», éstas pueden convertirse en piedra angular de la innovación y la generación de conocimiento en las agencias, asegurando un flujo continuo de personas con experiencias diferentes de las de las personas internas de la agencia, de personas de fuera, de otras culturas y otros mercados, creando como resultado una fuerte cultura de aprendizaje e innovación.
Universidades
Creo que las universidades no verán en la propuesta de SCPF Academy unas prácticas pagadas por el becario. Verán en ella lo que es: una alternativa a sus másteres con la ventaja competitiva que supone el contexto real de la empresa y el contacto directo con el mercado. Entre los pasos inteligentes que pueden dar las universidades ante el reto está lanzar ofertas económicas de formación a distancia al estilo de los MOOC, aprovechando sus contenidos para el aprendizaje teórico y completando así la formación práctica que ofrecen las agencias en sus «Academy» en una especie de formación profesional dual. Otro paso esperable es que comiencen a negociar seriamente con agencias de publicidad con el fin de conseguir una participación novedosa de éstas en los másteres e incluso en los grados universitarios. Ambos pasos hipotéticos prometen ser bastante positivos para el mercado en cuestión.
En fin, estas son algunas cosas que se me han ocurrido al hilo de SCPF Academy. Como ya comenté en el blog de Javier Ordás, me parece un suceso relevante para el sector que merece muchas conversaciones –como las está habiendo en muchos blogs– y al que hay que seguirle la pista.
Posts y conversaciones interesantes alrededor de SCPF Academy que he leído:
La SCPF Academy que podría haber sido, de la Agencia Maslow
Pagar por trabajar, ¿y por qué no?, de Raúl Hernández González
Pues sí, «cuando el dedo apunta al cielo, el tonto mira al dedo». La misma propuesta de la SCPF Academy nos da un montón de información sobre qué piensa uno de los agentes acerca de los demás agentes implicados en su sector.
Lo primero que yo pensé es que es como el que te cobra por un máster, hay cursos de profesionales muy reconocidos en su sector que son exquisitamente selectos con las personas que aceptan (es el caso del curso de HCI de Javier Cañada, por ejemplo; tiene un precio significativo, hay muy pocas plazas y no aceptan a cualquiera que lo solicite).
La crítica fácil, en un contexto profesional como el actual (mucho paro, y por tanto bastante presión salarial) es decir que una agencia «se sobra» y ahora quiere que pagues. Cuando la realidad es que a la empresa hay que llegar «aprendido». Eso no quita que haya que seguir aprendiendo (en ocasiones, con problemas imprevistos), pero no puede uno llegar a la empresa a aprender… porque la empresa se hunde y entonces no hay trabajo para nadie (tampoco para el becario).
Pero los recién graduados en publicidad seguramente no están preparados para oir que lo que les han enseñado y las skills que realmente van a necesitar para su desempeño profesional no están necesariamente (en ocasiones, tampoco remotamente) alineadas…
Muy bien traído el curso de diseño de interacción de Javier Cañada. En base a la info que tenemos, la propuesta de SCPF se asemeja muchísimo más a eso que a unas prácticas de empresa. Es que todas las empresas, quieran o no, están en el mercado de la formación. Cañada y SCPF lo que han hecho ha sido repensar su lugar en este mercado sacando una propuesta novedosa. Creo que es probable que cada vez más empresas vayan haciendo algo parecido.
Respecto a eso de que en la empresa hay que «ir aprendido» no se muy bien de donde lo sacas. Entiendo de tu razonamiento que las universidades deben ser centros para preparar futuros trabajadores y eso me parece un error. De toda la vida, para aprender a trabajar se aprende trabajando, mientras que la universidad te prepara y te conforma (mejor o peor y eso ya es otra cuestión) con un badage teórico, cultural y técnico que te permita tener una base.
Respecto a lo de SCPF, recuerdo que en el video se comenta de una supuesta falta de originalidad y calidad por parte de los nuevos publicistas y claro caemos en la falla de… la persona que se permite pagar 20.000 euros ¿tienen esas cualidades intrínsecas?
No lo se, pero me parece un programa muy difícil de defender.
Un saludo.
Gracias por comentar tu punto de vista Sol.
Creo que hay varias respuestas válidas a la pregunta «para qué sirve la universidad». De hecho diferentes universidades responden de forma diferente a la pregunta. Hay unas con un enfoque muy práctic y otras con enfoques que tú describes. Luego están las empresas que, dependiendo del sector, están más o están menos contentos con el resultado de la labor de las universidades. Esta empresa en concreto (SCPF) ha estado colaborando con una escuela superior de diseño durante varios años y ha llegado a la conclusión de que puede proporcionar mejor formación directamente en la empresa. Y lo va a experimentar. No creo que la propuesta requiera defensa adicional.
El filtro del precio en la propuesta de SCPF Academy no es un filtro de creatividad. La creatividad la evaluarán conociendo mejor a los candidatos. El precio sirve para otra cosa: para evaluar a cuánto está uno dispuesto a renunciar (de cuánto de su dinero está dispuesto a separarse) para acceder a la formación.
¡Un saludo!
El enfoque del aprendizaje o la metodología puede variar de una universidad u otra, de eso no queda ningún tipo de duda, pero no se debe plantear las universidades como meras «fábricas de trabajadores», ya que caemos en el error de anular la naturaleza propia de las universidades y «matar» cualquier intento de alternativa en diferentes dimensiones. Pero el tema de las universidades es otra cuestión que no tienen nada que ver aquí.
Volviendo a SCPF, la idea con la que nace este «curso» según el video de presentación es la necesidad de conseguir publicistas con talentos y características difíciles de encontrar en la actualidad. Entonces si el propósito es conseguir mejor personal para tu empresa, que me parece un objetivo totalmente legítimo, ¿no es algo estúpido cerrar el rango con las personas que se puedan permitir el gasto de 20.000 euros? pudiendo desarrollar cribas a través de concursos u otros procedimientos alternativos.
Respecto a eso de la renuncia de dinero, podría entenderlo si estuvieran buscando socios capitalistas que tuvieran, en los tiempos que corren, narices para desembolsar capital de riesgo en un futuro proyecto, pero ese filtro se aleja totalmente de los profesionales que en un principio demandan. Es decir, es como si yo busco un cantante para mi grupo de rock y en el casting la prueba es tirar a canasta desde la linea de tres puntos. No se si me explico, perdona por la chapa, jajaja.
Felicidades por el blog y un saludo.
Estoy de acuerdo en que no se debe pedir a las universidades que sean «fábricas de trabajadores» porque aunque pretendieran serlo, no podrían del todo. Les falta el contexto del trabajo real que sí está presente en las empresas. De ahí que ofertas como la de SCPF tienen sentido.
Volviendo al precio, personalmente me parece alto (aunque si van a hacer lo que comentan que van a hacer, eso tiene costes altos) pero sigo pensando en que no les va a perjudicar en cuanto a creatividad y, por tanto, tiene sentido para ellos. Se trata de una oferta dirigida no únicamente al mercado nacional sino de algo global. No me cuesta pensar que en todo el mundo pueden existir 10-15 personas con talento y, además, la pasta.
Gracias de nuevo por comentar.
Pero es que el contexto actual es importante. Los negocios que para triunfar dependen de un desequilibrio estructural grave, no son negocios productivos, son pelotazos.
Una pregunta simple: ¿triunfaría esta oferta de no estar en este contexto de paro?
Dicho de otra manera, ¿depende la propuesta de valor de unas condiciones no solo extraordinarias, sino que además hay que evitar como sea que se vuelvan a repetir (porque este paro es un desequilibrio estructural grave que lleva al deterioro de toda la economía)? Olvidándonos de moralismos varios (que no voy a ocultar que comparto en parte), si con un paro normal nadie coge este «curso», entonces el curso era una mala propuesta de valor e insostenible como negocio.
Lo malo es que en economía no funciona el método experimental y no podemos hacer lanzar exactamente la misma propuesta con un 5% de paro a ver cómo funciona.
La propuesta de SCPF a mí en ningún momento me ha parecido dirigido a personas en paro. Entiendo que las empresas pueden aprovecharse de un paro grande para contratar becarios y pagarles muy poco o nada. Pero esta propuesta no tiene pinta de querer aprovecharse del paro. Tampoco me parece que esté dirigida únicamente al mercado nacional.
A los futuros seleccionados me los imagino mucho más cercanos a los seleccionados de los programas de Vostok (perfiles profesionales con experiencia, trabajando en empresas de prestigio que buscan una formación exclusiva) que a la persona en paro que acepta unas prácticas malpagadas donde antes solo habría aceptado un puesto razonablemente pagado.
De forma que yo diría que la oferta tiene sentido y triunfaría independientemente del paro en el mercado laboral nacional.
Se puede decir que entonces por qué no estaba la oferta en los años de bonanza económica. Pero recordemos que precisamente por la crisis económica las empresa necesitan reinventarse y, por tanto, necesitan talento diferente a lo que encuentran en los proveedores de formación habituales. Este contexto ya sí me parece relevante para entender la propuesta de SCPF.
No tomes lo del paro literalmente. El contexto de paro afecta a todos, incluidas las personas con trabajo que viven con miedo permanente a perderlo (ayer mismo escuché a varias personas del mundo del marketing de gama muy alta, al borde del lujo, quejándose de que todas las empresas están reduciendo gastos de marketing, que, cómo no, consideraban «el gasto más importante de una empresa»).
Supongo que habrá que ver los resultados de este programa. A falta de la posibilidad de comparar (por eso dije lo del método experimental), cualquiera que lo comente está tocando más o menos de oídas (tú menos que yo, desde luego :D).
A mí me saltan muchas alarmas. Elevar precios en contexto de crisis suele ser señal de rentismo. Claro que, con lo que dices del coste de oportunidad de la educación, se podría argumentar que no es una subida de precios de la educación, sino al contrario, una bajada…
Estoy de acuerdo en que el paro tiene consecuencias más allá de los afectados directos, sin duda. Pero si ese efecto resulta en que un profesional se vuelva más cauto y decida invertir en una formación novedosa para desarrollar habilidades de cara al futuro, pues éste en concreto no es un efecto negativo.
Sigo pensando que no se trata de prácticas por tanto no se trata de elevar de forma oportunista el precio de algo que antes tenía un precio más bajo y accesible. Este curso me parece una novedad, una innovación al que se le ha puesto un precio. Dependiendo de los resultados que de, ese precio más adelante podrá variar, podrá subir pero también bajar.
En mi opinión la propuesta de SCPF Academy no es mala, ni mucho menos. Todos sabemos que para entrar en este mundo no es imprescindible (ni mucho menos) un título universitario. Y optar a un trabajo después de haber estado en este «máster» pues es algo que haría destacar cualquier currículum.
El problema radica no en la situación económica actual del país, sino en que en su apartado de target para esta Academy incluyan a un grupo tan nutrido como es el de «estudiantes».
Por supuesto que en España y en otros países habrá estudiantes con 20.000 para su formación. Pero que no se incluya otra claúsula para acceder que el dinero…es un poco triste la verdad. No es que deban pedir títulos pero qué menos que unas entrevistas, ver que sea alguien que lo vaya a aprovechar. Y desde luego yo incluiría al menos una plaza de «becado», como detalle.
Yo mismo soy un creativo en paro al que le encantaría poder aprender de Segarra y otros grandes. Pero a día de hoy 20.000 razones me lo impiden, y alguna otra para qué negarlo. Pero ver que no tienes opciones sólo por cuestiones económicas hace que te hierva la sangre un poquito más de lo normal.
Creo que esta Academy podría mejorar en muchos aspectos y espero que aunque el formato prospere también evolucione y mejore.
En una entrevista posterior al revuelo mediático, hablando del precio, Segarra dijo que «Si la gente tiene mucho interés, que nos llame. Podemos hablar de financiación y de otras posibilidades.» ¿Por qué no lo ponen en la web, en lugar de mencionarlo en una entrevista? Buena pregunta, pues poner una cosa así podría haber ayudado a apaciguar las voces de indignación, que eran previsibles. Supongo que no lo han puesto porque usan el precio como «filtro de ambición». Es un filtro legítimo que han considerado el mejor para la ocasión. Pero ya ves, yo si tuviera mucho interés, fijo que me pondría en contacto. Tampoco veo descabellado considerar una campaña de crowdfunding. Difusión seguro que tendría:)