Estos días he terminado de leer Reamde, el nuevo libro de casi mil páginas de Neal Stephenson, responsable de que lleve un mes sin avanzar con The Theory of Moral Sentiments, de Adam Smith.
Con una trama trepidante a un ritmo bastante más marcado y rápido que el de los otros tres libros que he leído de él, la novela lleva las señas de identidad del autor y no defraudará a quienes lo llevan siguiendo desde sus inicios: un mundo más o menos hostil y dos formas de salir adelante en él, (2) uniéndose a comunidades con relatos y «recetas de vida» que podríamos llamar predefinidos-sectarios y (2) siendo el protagonista más o menos loner de la propia vida, con habilidades y principios. En esta novela, el mundo en el que se desarrolla la trama es el presente, frente a La era del diamante o Anatema, situados en el futuro o The Mongoliad, situado en un pasado imaginario.
El protagonista más destacado de la novela es Richard Forthrast, CEO de cincuenta y tantos años de la empresa que desarrolla T’Rain, un videojuego online multijugador con economía propia. En la línea de Stephenson, supongo que el apellido, asociable tanto a fortaleza como a confianza, no es casualidad. La siguiente cita describe muy bien la esencia de este personaje, personalmente mi favorito. En ella Richard Forthrast se encuentra en una situación en la que está secuestrado por terroristas y se supone que debería negociar por su vida pero ¡le da pereza! No va con su naturaleza, preferiría no hacerlo.
What he wasn’t so good at was manipulating the internal states of other humans, getting them to see things his way, do things for him. His baseline attitude toward other humans was that they could all just go fuck themselves and that he was not going to expend any effort whatsoever getting them to change the way they thought. This was probably rooted in a belief that had been inculcated to him from the get-go: that there was an objective reality, which all people worth talking to could observe and understand, and that there was no point in arguing about anything that could be so observed and so understood. As long as you made a point of hanging out exclusively with people who had the wit to see and to understand that objective reality, you didn’t have to waste a lot of time talking. When a thunderstorm was headed your way across the prairie, you took the washing down from the line and closed the windows. It wasn’t necessary to have a meeting about it. The sales force didn’t need to get involved.
En mi Nook había señalado algunas citas más pero el cacharro se comporta regular últimamente y me las ha perdido. De modo que lo dejo con esta única cita, la que más recordaba. Así, de paso, no hago más spoilers con mi post. Quien decida leer el libro, espero que lo disfrute porque ya digo, son casi mil páginas.