Uno de los rasgos más prometedores que está adquiriendo el aprendizaje actualmente, es la posibilidad de una cada vez mayor personalización. La educación ya no necesariamente viene en un pack, con un título de lacito. Cualquiera con la intención de aprender algo, tiene cada vez más recursos para hacerlo. No se puede subrayar lo suficiente que la personalización -o individualización– del aprendizaje, para funcionar, ha de ser dirigido desde dentro, por la persona que aprende y su entorno. Es deseable que la intención venga de la persona y que ésta tenga actitud de propietario respecto a su aprendizaje.
Ahora bien, resuelto el tema de la intencionalidad, los recursos son mil. Entre los más interesantes están las plataformas de marketplace de formación que examino de forma breve y desde el punto de vista de la empresa en mi reciente post en Con tu Negocio. Lo más destacable: la propuesta de valor de estas plataformas no sólo radica en facilitar el acceso a un aprendizaje personalizado del que la pyme se puede beneficiar sino en el importante hecho de que cualquiera puede articular una propuesta formativa. Porque, como dicen en Floqq, un marketplace de formación lanzada en 2011: todos tenemos mucho que aprender y algo que enseñar.