Se acerca la cita anual con la declaración de la renta (para algunos, la cita siempre temida con el programa PADRE). Desde la Agencia Tributaria demuestran un timing impecable para comunicar que intensificarán actuaciones para aflorar actividad sumergida.
Voy a dejar sin tocar el asunto de cómo se aflora mejor la actividad sumergida, si inspeccionando o bajando impuestos y facilitando procedimientos. Lo que me ha llamado la atención esta vez es el uso que Hacienda hace de la inteligencia de fuentes abiertas. Algunos ejemplos:
- Dice que «hará frente a las nuevas formas de fraude que se producen en internet (…) mediante la captación y explotación de la información pública disponible en la red (…) a través de una serie de herramientas informáticas que permitirán ordenar y sistematizar la información«.
- Tiene previsto «cruzar la información de más de 200.000 dominios» para su posterior incorporación a sus bases de datos.
- Para valorar la relevancia económica de páginas de comercio electrónico usará información proveniente «de empresas especializadas en análisis y valoración de páginas web» y «de redes sociales«.
- También usará «la tecnología de las redes sociales para analizar operaciones comerciales entre agentes económicos, al objeto de identificar patrones de comportamiento que se corresponden con actividades defraudadoras«.