Gracias a Dani y Silvia, tuve la oportunidad de pasar un fin de semana en Huelva que no sólo me regaló las primeras castañas asadas del otoño sino también las ganas de volver y apuntarme a un festín de huevo de avestruz en Casa Jaime.
Preparado durante más de media hora en la misma terraza en la que comimos, este huevo frito de avestruz lo experimentamos, aparte de la mesa de doce personas que se lo comieron, todos los que estábamos allí. El restaurante, rodeado por los dos lados de otros bares atractivos, ha creado una experiencia para compartir con la que consigue destacar.