Cuando me encontré por primera vez con los enfoques ágiles en desarrollo de software y gestión de empresas, pensé que sería algo de los últimos 2-3 años. Hasta que el otro día vi que el Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software, el «Agile Manifesto», lo formularon en 2001. Una confirmación de que el cambio del mundo ordenado al mundo complejo es harto difícil. Y que toca aprender artes marciales aunque cueste muchos años de práctica.