Se une al proyecto de la nueva ciudad autónoma de Honduras el economista George Akerlof. Su libro conjunto con Rachel Kranton sobre la economía de la identidad, que me leí hace poco, enriquece el pensamiento económico sobre las motivaciones detrás de decisiones económicas. Propone un nuevo marco de análisis que parece más que útil en la era postindustrial, postgeográfico y postmoderno en que vivimos y que nos permite que elijamos nuestras identidades cada vez con más libertad. Este pensamiento es parte importante de las ideas detrás de la futura ciudad autónoma a cuyo comité de transparencia se ha unido Akerlof.