Certificados como Fair Trade, Organic y los otros han aprovechado esto para lamentablemente convertirse en negocios que cada vez necesitan más dinero para alimentar la maquina certificadora.
Casi nada de lo que paga el consumidor llega al productor y sobre todo estos certificados nunca incluyeron (hasta ahora ) el criterio de calidad en la lista de los criterios que piden a los productores respetar.
Es decir, son un grupo de chocolates mediocres (a parte de pocas excepciones) y que no proporcionan un gran cambio en la vida de los productores pero sí, sobre todo, en la vida de la organización certificadora.
[…] Los productores que producen cacao de calidad lo venderán con plus sobre el precio del mercado 2 a 4 veces más altos que el plus Fair Trade u Organic asi que hay mercado para la calidad.
Desde fuera a menudo es difícil evaluar la realidad detrás de las certificaciones. Siempre es de agradecer cuando alguien desde dentro, en este caso la agrónoma Chloe Doutre-Roussel, vierte luz sobre el asunto.