Una afortunada y furtiva escapada nos ha llevado a una bodega de los del Ribera del Guadiana. El dueño nos la ha enseñado a tres indianos, informales y pasados por agua, pese a no haber pedido cita previa. Exporta a media docena de países europeos y Estados Unidos, pero también a México, China, Vietnam y Brasil. Fue a vender a todos estos lugares. Como tantos otros, quedó impresionado en especial en China. No tarda en sacar una conclusión para su entorno: lo que queda es reinventarse y trabajar más.