«A los tres meses de su toma de posesión como presidente del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio, Manuel Teruel ha anunciado hoy «la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión empresarial, que cobrará por los servicios prestados, ya que está demostrado que lo gratuito ni agradecido ni pagado».»
Me parece maravilloso que el presidente de las Cámaras piense que es bueno cobrar por los servicios que prestan, pero ¿cuándo exactamente fue que sus servicios eran gratuitos?
La premisa falsa (que sus servicios eran gratuitos) y el despecho ya me deja pasmado: «ay, ay, que no me quieres a mí, que te lo regalo todo». Perdoná, que ni eras gratuito ni hacías un carajo porque yo no tenía más alternativa que pagarte la coima…
Está claro que necesitan un nuevo modelo, pero no sé yo si echar en cara al resto del mundo que no saben valorar lo tuyo es la forma correcta…
Lo de las cámaras es vergonzoso, el último resto -con las entidades de gestión- del estado corporativo… la lástima que no hayan aprendido que realmente todos odiábamos la afiliación obligatoria y que lo que les hace falta ante todo no es cobrar, sino demostrar su utilidad para alguien que no sean los cuatro rentistas de siempre. Las Cámaras se han basado en la coacción amparada por el estado, funcionando a base de un verdadero impuesto privado (obligatorio y cobrado por Hacienda) pero que les iba íntegro a ellos, a los que bastaba con señalar -sin preocuparse siquiera por si era procedente o no- a quién querían cobrar y cuanto.