No era consciente de lo común que es el mal uso de las licencias Creative Commons. Creo que, si queremos que los usuarios no tengan que romperse la cabeza con preguntas del tipo «¿y si lo utiliza una empresa para ponerlo en su web?», el mal uso habría que buscarlo no en el lado de los usuarios sino en el del que elige la licencia. Pero resulta que a las personas que no son abogados les cuesta entender las diferencias entre las distintas licencias y sus consecuencias, y eligen mal más veces de las que eligen bien. Quizá el fallo esté en el sistema de licencias y no en las personas.
9 comentarios en «El Creative Commons es para abogados»
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Es una de mis batallas diarias: explicarle a cualquier joven consultor que no vale cualquier licencia, que en todas ellas consta que el autor debe ser mencionado y que si lo emplea una marca, para evitar males, se debe asumir que es un uso comercial. Lo resuelvo todo insistiendo en que todos los materiales que se usend deben ser CC-BY haciendo constar el nombre del autor. Es más, llegamos a esto: copyright by (el autor) con licencia CC-BY.
A mí también me parecía que el non-commercial, a efectos prácticos, equivale al «todos los derechos reservados». Por otro lado, el BY queda cubierto, al menos en la Europa continental, por los derechos morales que son inalienables. Lo único que aporta valor es el share alike que es lo que deberían usar, en lugar del non-commercial, todos aquellos que temen que un gran jugador se aproveche de su creación.
Sí, pero la licencia dice expresamente que se atribuya expresamente el trabajo al autor, cosa que los usuarios normales olvidan con toda frecuencia. Y es que la gente no entiende nada: ve CC y dice «ah, pues se pone». Y eso en los casos donde se plantean esa posibilidad.
Hay que reconocer que ponerle nombre a las cosas es una buena idea si se quiere venderlas 🙂
Me hace gracia que en el ejemplo mencionen directamente a Jamendo. Ahora mismo ni sé como sobreviven, pero hace un par de años se iniciaron unas protestas grandes en los foros internos por cosas como el reparto de dividendos, o que la plataforma asignara las etiquetas CC un poco a su antojo. Actualmente, en vez de depurar el sistema, han metido un sistema de pagos con unas cifras que a veces parecen de otro mundo, y al final hay artistas que avisan por los boletines privados de que todo es negociable y que se puede discutir directamente con ellos.
No conozco a Jamendo pero por lo que comentas parece que el carácter complicado de las licencias CC les vino de perlas para articular nuevas formas de intermediación.
Pero, ojo, esas formulas de intermediación no dejan de ser necesarias. En el fondo Jamendo es (o era) un buen servicio de catalogación y difusión. Cuando yo lo conocí aun tenían que echar mano de las redes P2P para poder difundir las obras, y con lo que fueron generando se mejoró el interface y se puso un poco de orden. Desconozco cuanto se llevaban de comisión por venta de obras, pero considero que era un trabajo necesario tanto para quienes buscábamos músicas como para los propios artistas, que de otro modo dependen de desarrollar sus propias webs o de echar mano de cosas como bandcamp, que es muy poco práctico cuando estas testeando demasiadas cosas.
En este caso tampoco creo que tuvieran problemas los músicos asociados con este sistema, pero las fricciones llegaron con un cambio directivo y la desigualdad de trato con los participantes. Tampoco fue atinada la política de facturación, porque actualmente hay tarifas que casi hacen más asequible contactar con compositores para que te hagan una pieza específica. A mayores está un nuevo cambio de interface que discrimina la sección gratuita (de escucha de musica) de la pro (de búsqueda para fines concretos). Mientras que en la segunda aparecen todos los participantes, en la primera resulta muy complicado buscar por el etiquetado, y ni siquiera salen resultados haciendo búsquedas directas.
El otro punto, más relacionado con lo que comentas, es que se han actualizado las licencias y no creo que se haya consultado a los integrantes de la comunidad. Yo he visto material de 2007 que de pronto está a niveles absolutamente restrictivos, algo «peculiar» si tenemos en cuenta que algunos de los artistas, hasta donde sé, abandonaron la plataforma el año pasado. O sea, que Jamendo administra su material tarifando a su antojo, probablemente porque en el momento de inscribirse no vieron clausulas contractuales que los ligaban durante un periodo de tiempo a la web.
En fin, que en realidad los CC suman un problema a la difícil comprensión de sus términos: centralizar toda la búsqueda de material. Está muy bien que los artistas puedan gestionar la venta de sus obras, ¿pero como las encuentras?
Cierto que la intermediación es necesaria. Hasta el momento en que deja de aportar valor. Es difícil mantener o transformar la propuesta de valor inicial y entonces los intermediarios hacen barbaridades como parece que hizo Jamendo. De todos modos, claro que los músicos deben aprovechar las plataformas centralizadas pero sin verla como una alternativa a tener su propia web adonde dirigir a los usuarios una vez les hayan conocido en la plataforma o donde sea.