La nueva oposición de la ONU, que busca personal para «asuntos económicos» por un lado y «asuntos sociales» por otro lado, me recordó una frase de John Kay que tenía apuntada.
The idea that there is something called “the economy”, which is separable from the welfare of society and its citizens, is silly.
¿Dónde está la transdisciplinaridad en el gobierno del mundo?
El abordaje de esa pregunta es uno de los temas más apasionantes, sí ,lo he dicho, apasionantes, y complejos, que tienen para abordar las grandes organizaciones piramidales y por ello necesariamente burocráticas como los gobiernos. Nacionales o mundiales.
El escollo fundamental radica en que en el mezclar los social y lo económico de forma efectiva, debería sí o sí existir la capacidad de «ponerse en los zapatos de las personas». Es decir, que al no mezclar uno y otro en general como dice Kay se pierde de vista el aspecto por el cual ‘supuestamente’ debería regirse la economía.
Sin embargo aún asumiendo economía y bienestar como pareja indisoluble, lo interesante que surge de ahí es ‘qué’ bienestar. Es decir, ¿qué es atender el «welfare» de los ciudadanos?. A simple vista parece una respuesta sencilla, sanidad, justicia, etc. El índice Gini. Y hoy en medio de una crisis épica, eso ya sería bastante.
Pero en realidad va mucho más allá y es algo muy dificil de contestar, porque depende de bienestar para ‘quien’. ¿Qué es lo que debe dar un Estado? Transferencias económicas?, buena sanidad?, un sistema de justicia limpio?. En fin, sin dudas que sí. Pero son puntos valiosos que quedan un poco rengos.
En lo académico y en lo estatal existen líneas de pesamiento que intentan apuntar a unir las dos cosas; es el caso del «desarrollo» como discilpina. Leyendo a Sen, Rawls, Nussbaum (que tiene un CV muy intersante que recomiendo leer) y otros, desubrí años atrás un mundo de gente que dentro de los límites de la academia se preocupaba por la empatía, por «desentrañar» qué era lo que precisaban las personas, que debía ser el bienestar. Claro, eran tiempos en que los ‘welfare states’ mal o bien aún funcionaban y la pregunta eran ‘¿qué más?’ ¿cómo mejorar?’. Así y todo a pesar de los intentos más bienintencionados y valiosos de Sen o Nussbaum, que hablan de ‘capacidades’ de los ciudadanos frente al utilitarismo o el asistencialismo, aún así en los debates y lecturas entre los autores era muy patente la dificultad de ‘definir’ qué debía hacer el Estado. Y a mi entender eso sucede proque al pensar desde un determinado nivel, desde una altura, las políticas se hacen «macro» sine qua non a pesar de las buenas intenciones y en la multitud se pierden de vista a las personas.
Hincarle el diente a lo «micro» es el desafío que tienen los gobiernos si quieren hacer efectiva la transdisciplinaridad. Eso que junton con el pluriespecialismo parece ser uno de los signos de nuestros tiempos.
Abrazo y perdón por la extensión del comentario 🙂
Cuántas cosas nuevas 🙂 No conocía el trabajo de Nussbaum y su colaboración con Sen y su «enfoque de las capacidades». Muy interesante y sugerente todo esto y en línea con el empoderamiento de las personas. Si me preguntas qué debería ser el cometido del Estado diría así a bote pronto que generar entornos en los que sea posible ampliar la confianza. No debería ser incompatible con el origen del Estado, que parece que estuvo en la protección frente a la muerte violenta, las guerras. Pero hay muchas variables y en estos momentos me vuelvo a lamentar no haber estudiado al final ese curso de teoría de juegos…
Si si, el y los (los trabajos de ambos se emparentan tanto a veces que pierden los matices iniciales, lo cual no es necesariamente malo) tienen mucho que ver con el empoderamiento de las personas. Eso es lo más refrescante de los trabajos de ambos, y demuestra que las ciencias sociales (y el estado) no solo tienen intenciones de ‘controlar’ como manifiestan muchos autores.
Tengo un libraco enorme compilado por Nussbaum con los debates entre toda la pandilla de pensadores del «bienestar» que es interesantísimo – y que casulamente me lo prestó Absinthe hace muchos años y que de alguna manera debería hacerte llegar. Ya veremos cómo!!
Que interesante traer la teoría de juegos… han intentado explicarme sus diferentes aspectos infinidad de veces, pero seguramente a mi también me vendría bien un curso…
Se ve que borré algo al comienzo del comentario:
«el enfoque de las capacidades y los funcionamientos (…) tienen mucho que ver con el empoderamiento…»
Me interesaría mucho ojear este libro. Y digo ojear y no hojear por si podríamos tenerlo en electrónico. Te preguntaré por el título, que algún que otro de los textos capaz los encontramos en la Red. Y el curso de teoría de juegos… volveremos sobre ello 🙂
Bueno, finalmente lo encontré! Con la mudanza unas cuantas cosas están en distintos lugares todavía 😀
Se llama: «La calidad de vida», compiladores Martha C. Nussbaum y Amartya Sen.
En Inglés la traducción del título es literal.
Capáz que algo podés encontrar….
Por cierto, tomo nota mental de lo de la teoría de juegos ehh!
Muchas gracias 🙂 Por cierto, acabo de ver que Nussbaum recibe un premio este año acá en la Península. Es decir, habrá un auge de libros suyos editados.
Cada vez que escucho eso de que hay que impulsar empresas de «economía social» me pongo mala. ¿Es que puede la economía no ser social?
He tomado nota de vuestras sugerencias y enlaces 🙂
En la línea de remezclar disciplinas en busca de soluciones más satisfactorias, podríamos cuestionar también la separación de capital humano y capital social y la de la psicología y la sociología.
Absolutamente de acuerdo Bianka! Si lo llevamos al nivel de las personas, es como pretender decir si mientras converso aquí en tu casa soy la que prepara unas lentejas, rutea con la bici, habla con un cliente, acude a un acto social o diseña una estrategia. 🙂
Más aún, el implícito es que los demás no son «sociales». Es como cuando te venden un litro de leche y te dicen «ningún arbol de la amazonia ha sido talado para producir este litro de leche». El framing psicológico es pensar que si el aviso no está, es que sí es se daña a esos árboles, y el objetivo es atacar a la competencia. Cada vez que alguien me dice «yo soy emprendedor social» me quedo como pensando «me estás diciendo que eres éticamente mejor que todos nosotros, nos estás mirando desde arriba (cuando ni eres mejor ni peor que nosotros y cuando no tienes motivos para mirarnos desde arriba) y encima vas de guay». En alguna ocasión he pensado en voz alta, las más de las veces he sido diplomático y he respondido que «toda economía es social». Es un tipo de argumentos que siempre me parece muy agresivo 🙁
Jose, yo a veces no soy tan diplomática como tú. En todo caso no encuentro mejor respuesta que esta definición 😉