Cuando me encontré por primera vez con los enfoques ágiles en desarrollo de software y gestión de empresas, pensé que sería algo de los últimos 2-3 años. Hasta que el otro día vi que el Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software, el «Agile Manifesto», lo formularon en 2001. Una confirmación de que el cambio del mundo ordenado al mundo complejo es harto difícil. Y que toca aprender artes marciales aunque cueste muchos años de práctica.
Ágil, ya casi empieza a sonar a hype ;-D
En serio, ayer leí en Forbes sobre el poco sentido que tienen las metodologías clásicas de RR.HH en las empresas y como su futuro pasa por adoptar métodos ágiles.
El texto procede de unas las principales consultoras sobre RR.HH y Gestión del Talento de los EE.UU, pero no le quito la razón en muchos de sus planteamientos.
Por si te interesa este es el artículo:
http://www.forbes.com/sites/joshbersin/2012/03/25/has-human-resources-become-out-of-date/
Saludos.
¡Hola Pablo! Tienes razón, a la palabra «ágil» le pasa lo que le pasa a «innovación»: el efecto «la palabra sostenible no es sostenible» 🙂 Me pregunto si le pasará a «hacker» desde que Zuckerberg publicó su The Hacker Way. Pero si esa devaluación es el precio de que las cosas cambien, bienvenido sea.
El artículo que compartes me ha parecido muy interesante. Tras leerlo, de repente entiendo por qué se habla últimamente de desarrollo en RRHH. Gracias por compartirlo.
¡Un saludo!
Me ha encantado el artículo que has puesto en tu comentario…cuánto camino queda por recorrer en la profesionalización de las PYMEs !!!!
Por desgracia, me he sentido retratado por completo.
Lástima que estando, a priori, tan meridianamente indentificadas las áreas a mejorar en la gestión del talento se trabaje tan poco en ellas o peor aún, se consideren no estratégicas y coste en vez de una inversión.
Ojalá vengan tiempos de cambio.
Saludos.
Con lo que me quedo de estas lecturas es que cuando trabajamos en red, con el conocimiento como valor principal, las personas, cada una, necesitamos asumir una considerable responsabilidad, la de ser los dueños de nuestro destino. Y cuando esto sucede, resulta que el mejor modo de enseñar y gestionar a las personas es ser un ejemplo para ellas. Quizá sea lo único que realmente funciona. Por eso, ahora los mejores gestores son los que entienden el oficio, los que lo viven desde dentro y desde abajo. Hace tiempo ya que me contaron la tendencia de titulados universitarios apuntándose a módulos de FP. Quizá sea el modo que llegar a ser a gestores un día. Son tiempos de cambio 🙂