He llegado a la lectura probablemente más comentada, recordada y recomendada del itinerario: Islas en la red, de Bruce Sterling. Situada en 2023, en un mundo de guerras postmodernas en el que la descomposición pone frenos a una globalización plena, su protagonista Laura Webster, otra de las figuras hacker de Sterling, descubre las estructuras de poder de ese mundo y las distintas respuestas que se dan a los retos que presenta.
Los gobiernos y las corporaciones han roto todos nuestros vínculos
Es, además, una novela con la que he sentido, de una manera asombrosa, que habla de mí y mi época. Asombro que entre Singapur y Mali se tornó en angustia e hizo que sueñe no de día y con aeróstatos de colores sino de noche y con pesadillas.
El caso del estado que se inmiscuye en las relaciones íntimas para moldearlas según la lógica de las comunidades imaginadas, ejemplificada por la relación de Laura con su madre, no está nada lejos de alguna que otra cosa que he vivido.
Esos «vínculos rotos» contribuyen a generar un mundo malamente globalizado, dominado por el miedo.
«Ustedes no lo desean barato y al alcance de todo el mundo. Lo desean caro y totalmente seguro y controlado. No desean a los campesinos y los chicos barriobajeros con ese tipo de poder técnico. Lo temen.»
«¿Por qué seguir trabajando a través de los gobiernos?»
Esta frase de la conversación entre Rizome y Kymera representa la idea principal del libro y es otra de la razones de que Islas en la red, publicado a finales de los ochenta, sea tan actual, tan de nuestro tiempo. Parece que cuarenta años no son nada. Si las noticias que hoy nos llegan de los tuaregs podrían venir directamente de los tuaregs imaginados por Sterling para 2023, desde lo que podría ser Rizome en el mundo de hoy se habla de que Europa es un mercado limitado y que las empresas, en lugar de amoldarse a las relaciones internacionales articulados por los estados, requieren de diplomacia propia y transnacional.
Promesa de indestructible confianza
Aparte de los aciertos de Sterling en anticipar el desarrollo de la relaciones y estructuras de poder globales, Islas en la red pone en contexto de modo muy sugerente los conceptos de gemeinschaft y gesellschaft, y los muestra a través de los distintos grados de confianza entre las personas. Son muchos los párrafos del libro que giran alrededor de la confianza.
«Laura había hecho un esfuerzo por ir más allá en los roles profesionales y establecer un tipo de confianza visceral que mantenía a Rizome unida como una compañía postindustrial.»
(…)
«La principal debilidad de los grupos criminales es su innata falta de confianza. Por eso tantos de ellos confían en los lazos de sangre familiares. En especial las familias de las minorías oprimidas… una doble razón para la lealtad al grupo frente al mundo exterior. Pero una organización que no puede confiar en la libre lealtad al grupo se ve obligada a confiar en la gesellschaft. En los métodos industriales. Y eso significa libros de reglas, leyes, rígidas jerarquías formales.»
No es casualidad que sea la pluriespecialista Laura Webster, cuyas decisiones siguen la lógica de la comunidad real, que llegue a sentir la «promesa de indestructible confianza burbujear desde lo más profundo de su médula». No es casualidad que sea ella que consiga agarrar el problema con ambas manos y hackear el sistema para que cuarenta años definitivamente sean algo. Y no Viena, dominando el mundo con reglas, leyes y rígidas jerarquías.
?
El otro día me traje de la Biblioteca Comunidades imaginadas de Benedict Anderson. Ahora se me presenta como una lectura idónea para complementar Islas en la red. Con ella y La era del diamante pasaré los siguientes días del itinerario. Como paralelamente estoy aprendiendo a teclear con diez dedos 🙂 los días pueden convertirse en semanas.
Me encanta como relacionas los temas. Felicidades de nuevo por el post. Tengo listo para empezar Comunidades Imaginadas. Me gustaría saber qual es exactamente la lista de lecturas del itinerario de integración indiano.
Gracias! Para conocer las lecturas, ¡qué mejor que seguir los posts de los itinerantes!
Voy a hacer un itinerario en la sombra jajaja
No sé si será apofenia o sesgo confirmatorio, pero cada vez me sorprende más la vista de Sterling para vislumbrar futuros a veinte años como la democracia económica y el neovenecianismo de las corporaciones. Y todo eso aún sin llegar a contemplar el nacimiento de las redes distribuidas —la Red de Sterling es fundamentalmente descentralizada—, aunque tal vez por eso las organizaciones transnacionales de Islas en la Red sean grandes corporaciones y no grupos pequeños. Aquí es donde Stephenson verá el potencial de las redes distribuidas.
Como siempre, magnífica selección de enlaces y citas. 🙂
🙂
Es verdad que habla de «corporaciones», sin embargo la cotidianeidad y la estructura interna de Rizome parece ya la de una democracia económica y de los grupos pequeños.
Lo potente con «Islas en la red», lo que nos hace volver una y otra vez es que, de un modo al tiempo muy concreto y muy global, nos da un horizonte que por un lado se confirma en los escenarios (descomposición) y por otro pone el protagonismo en algo que no es sino una filé extendida contada con detalles cotidianos que nos son sumamente familiares.
Detalles curiosos: Hace unos años tuve la suerte de encontrarme con un grupo de profesores de literatura inglesa que eran expertos en la obra de Sterling. Al parecer, para Rizome, la principal referencia que tuvo fue MCC, que en aquellos años pasaba de ser «las cooperativas de Mondragón» a construirse como la primera corporación democrática del mundo.
Lleva razón Iván al señalar muy bien la complementariedad de Sterling y Stephenson en la mirada indiana. La clave está en la diferencia de escalas que en la visión del mundo te da la consciencia del paso a las redes distribuidas. Algo que era casi imposible en 1984, piensa que Laura no está conectada en realidad a Internet, sino a una especie de red sobre Fax muy propia de la época.
Cuando pases al «Manual ilustrado para señoritas» y de ahí al «concento» de su última novela en papel, disfrutarás de los matices que aporta el cambio de escala. Sin embargo, ya verás como una y otra vez te vuelven referencias a «Islas». Por ejemplo, una que no has señalado y que me parece central es el avance de la «desmercantilización» dentro de Rizome que se narra en la escena del «juicio» de manera explícita.
Al final, y esta es una de las claves de la profecía sterliniana, lo que permite a un organismo democrataeconómico sobrevivir en un entorno competitivo de mercado global es que la retaguardia, su interior, no se rige por las mismas normas, sino por la lógica de la abundancia… lo cual te permite entender que la confianza tiene bases materiales, fundamento económico también… dale una vuelta a esto último 😉
Bonito detalle el de los profes de literatura 🙂
He buscado la escena.
«¡Nos sorprendió ver que, sin Rizome, ustedes apenas poseen nada! Por supuesto, tienen sus participaciones, pero las cosas que han construido no les pertenecen…, simplemente las dirigen para su corporación. ¡Conocemos fontaneros con salarios más altos que los de ustedes!»
Desde el punto de vista de los granadinos, las cosas que han construido «no les pertenecen». Sin embargo, desde la perspectiva de Rizome, no sólo les pertenecen sino posibilitan que sea la compañía que les pertenece a las personas y no las personas a la compañía.
La confianza requiere de bases materiales seguramente por las mismas razones por las cuales las requiere la comunidad real, tal como lo afirma el neovenecianismo, tan acertadamente anticipado por Sterling. Un tema que merecerá muchas más vueltas 😉
Añadida la cita a la entrada de la Indianopedia!