«No hubo una cultura indígena. En realidad, hubieron varias y muy distintas: siempre prestas para responder a los cambios del medio, con nuevos cambios técnicos y culturales. Con habilidad para modificar no solo las herramientas, sino, también los sistemas de vinculación y organización entre sus miembros. Establecieron algunas veces asentamientos permanentes y otras, adoptaron la estrategia de pequeñas bandas de alta maniobrabilidad, gran velocidad de desplazamientos y reducido impacto ambiental»
Ahora que el futuro ha muerto, no deja de alegrarme que el pasado también lo haga. Por otro lado, siento una alegría parecida al recordar aquella frase de Jesús Martín Barbero que decía que «lo que desestabiliza el presente de su conformismo es el pasado».