Un clasicazo de los ochenta de Robert Zemeckis que apenas recordaba (lo mismo me pasa con Lo que la verdad esconde, del mismo director). La película está llena de product placements que en parte se usaron para recrear los escenarios del pasado. Así, se eligió Pepsi frente a Coca-Cola porque Pepsi tenía logos diferentes en los cincuenta y los ochenta, mientras el logo de Coca-Cola seguía igual.