En este fragmento de 15 segundos, de un vídeo sobre el uso de Internet y aprendizaje informal en las empresas, Jay Cross cuenta que a menudo uno –él habla de los de menos de 25 años– cree estar haciendo un uso avanzado de Internet puesto que usa Facebook. Con una risa de no-sabes-nada-Jon-Nieve, este evangelista del aprendizaje informal compara usar Facebook ahora con lo que era usar AOL (o Terra) hace 10 años para subrayar que la herramienta no es Facebook y no es Twitter. Ni siquiera los blogs. La herramienta es Internet.
Bueno, esto es algo que venimos repitiendo nosotros desde hace mucho ¿no? La comparación entre AOL y Facebook es algo tan obvio que la verdadera pregunta es… ¿igual que el navegador hizo inncesario AOL como intermediario, sucederá con alguna próxima innovación y se pondrá fin a ese ansia de querer integrarlo todo en un único sitio?
Ciertamente, la receta para lograrlo sabemos qué tiene que tener. Otra cosa es que haga falta más que ingredientes (saber cocinarlos), para que eso tenga lugar. Y que luego todos sabemos que todo plato novedoso tiene que romper una barrera que las patatas bravas no tienen que romper (porque sabemos lo que vamos a encontrar, y una vez te las ponen, con su picante y demás, se dejan comer sin sobresaltos), y eso es un lastre para todo plato innovador 🙂
Que lo digan también otros en otros contextos y otras formas no deja de tener su relevancia.
Sitios parecidos a AOL creo que siguen desempeñando papel de intermediario para muchos socializados bajo su paradigma. Me refiero a sitios como About.com o ejemplos de personas que sé que usan Internet desde hace más de 10 años y siguen usando las mismas «páginas de inicio» sólo que ahora también usan Facebook.
En ansia de querer integrarlo todo ha estado y estará, creo, porque es algo muy goloso y consigue alinear objetivos y capital.
Por eso es importante seguir desarrollando el discurso que cuestiona las patatas bravas para todos 🙂 y mantiene muchas puertas abiertas a hacer cosas nuevas.
Como dice Jose, cuando pedimos el plato de toda la vida sabemos qué esperar, y si nos ofrecen algo distinto dudaremos. Al final, como dicen en el marketing, supongo que serán unos pocos pioneros los que se lancen «a por el plato nuevo» y luego si gusta mucho vendría el resto.
Pero estaba recordando algo de ‘ciberturbas’ de Juan Urrutia, (creo que de ahí) y me parece que en la ecuación entra también el costo social de abandonar una plataforma por otra mientras no se llega al tipping point donde ya ‘estamos todos’