El hacker contra la universidad zombi es uno de los libros que he leído recientemente. El descubrimiento del blog de su autor, Jorge Jiménez, se lo debo a Jesús, cuyo buen criterio agradezco mucho. Para mí, uno de los valores del libro está en que identifica sin miramientos los problemas actuales alrededor de esta institución milenaria.
El alumno no es el eje vertebrador de la mayoría de las universidades y esto es así porque es visto como la excusa para conseguir otro objetivo.
Esta carencia de poner en el centro a la persona que aprende, hace que la universidad adquiera características de zombi, de muerto viviente que dificulta que las personas podamos prepararnos a los retos que presenta el entorno social y económico de hoy. Principalmente, que seamos capaces de tomar mejores decisiones basadas en el conocimiento, en el esfuerzo consciente y continuo de explicar el mundo y explicarnos a nosotros mismos por qué y para qué hacemos lo que hacemos.
En la sociedad postindustrial cada vez es más necesario tomar decisiones conscientes.
Otro de los valores del libro es que consigue dirigirse a todos los interesados, no sólo al académico, pero sin por ello renunciar a la buena documentación y justificación de sus argumentos. De ese modo, se convierte en una guía bibliográfica para conocer muchas otras miradas a la sociedad red y sus retos, no sólo las del propio autor.
La visión de futuro del autor al respecto al rol de la universidad en el aprendizaje es, en mi opinión, la correcta dado el contexto de la sociedad postindustrial. La presenta de una forma cercana e inspiradora: relata un día típico de un estudiante en una hipotética futura universidad hacker.
El estudiante negociará su propio proceso de aprendizaje negociando entre el interés social, sus propios intereses y su estilo de aprendizaje.
Lo único que no tengo claro es que esta negociación protagonizada por el estudiante tenga que esperar hasta la entrada de una persona en la uni.
Este aprendizaje sólo tiene sentido completo en la universidad puesto que pocas escuelas enseñan a los estudiantes el modo de acceder e investigar en las bases de datos.
Para mí, lo interesante es que sea posible aprender a «acceder e investigar en las bases de datos», es especial en esa gran base de datos que es Internet (copiando las palabras de un comentarista, que me gustaron mucho) en cualquier escuela, en cualquier tipo de aprendizaje formal o informal. La edad de ir a la universidad me parece demasiado tardía para ello.
Para terminar, lo mejor del libro es que no termina al final del pdf (de descarga gratuita). En el blog De hackers y zombis, Jorge comparte de forma continua los aspectos zombis de la vida para contraponerlos a las soluciones del hacker. Una aventura refrescante que, para quienes la siguen activamente y reflexionan sobre lo que cuenta, se puede convertir en la versión informal y divertida de una asignatura en sociología.
Foto | kevin dooley
Qué ilusión encontrarme en tu blog después de tanto tiempo siguiéndote y aprendiendo tanto en estas páginas. Muchas gracias, Bianka, por reseñar el libro y, sobre todo, por leerlo, entenderlo y explicarlo tan bien, mucho mejor de lo que yo habría hecho.
Un abrazo fuerte.
¡Gracias a ti por escribirlo! Es un genial trabajo de documentación, síntesis y está muy bien escrito, lo recomendaré siempre que pueda, no sólo para universitarios. ¡Otro abrazo!
Las reflexiones anteriores indican que la educación está sometida a presiones de los más variados sectores, a expectativas elevadas que se combinan con una ausencia de compromiso, a la búsqueda de soluciones inmediatas ante problemas que no se originan en las escuelas ni tienen una respuesta evidente. No es fácil ponerse de acuerdo en muchas de las cuestiones que afectan a la educación, lo que refleja que no sólo existen diferencias técnicas o económicas sino que tampoco están claros para todos sus objetivos y las estrategias para conseguirlos.