Según la teoría de construcción de conocimiento, el aprendizaje es la distribución del capital cultural en el marco de una sociedad, comunidad, empresa y, en general, cualquier organización social.
El objetivo del aprendizaje sería, según esta teoría, la propia construcción de conocimiento, un esfuerzo deliberado de aumentar ese capital cultural. A través del aprendizaje logramos participar en la vida social, en el trabajo y en cualquier grupo y actividad que nos importe. Los seres humanos somos, por definición, seres sociales. De ahí la importancia de una participación exitosa.
El aprendizaje en siglo XXI suele ser una mezcla de aprendizaje formal y aprendizaje informal.
El aprendizaje es formal cuando tiene un currículo: contenidos y objetivos preestablecidos por alguien diferente de quienes aprenden. Es como montar en bus. El bus sigue una ruta establecida independientemente de los deseos individuales de los pasajeros. El aprendizaje generalmente termina con algún tipo de certificado.
El aprendizaje informal es más personal. La persona elige qué aprende, cómo y cuándo. Puede suceder en solitario o con otros. Es como montar en bici. El ciclista elige la ruta, a menudo cambiándolo sobre la marcha. Las personas generalmente aprenden de manera informal para solucionar un problema o hacer un trabajo. El aprendizaje queda demostrado cuando la cosa queda hecha, no a través de un certificado.
Ir a clase o hacer un taller son actividades de aprendizaje formal. Preguntar a un compañero o probar una cosa y ver si funciona son actividades de aprendizaje informal.
Hay un amplio acuerdo entre estudiosos del aprendizaje de que al menos el 80% de lo que una persona aprende, lo aprende de manera informal.