Tertulias de antaño y ahora

Sin saber yo prácticamente nada de la evolución de la televisión, pues no la veo desde que tenía 15 años, creo que este vídeo de 1979, aparte de un documento histórico, ofrece una oportunidad estupenda para estudiar la evolución de las formas en el debate televisivo.

Fíjense en los siguientes elementos:

  • La música de fondo. Es música clásica.
  • Los invitados. Es necesario presentarlos con detalle. No son tertulianos que van todas las semanas.
  • De siete invitados, dos son personalidades públicas del extranjero.
  • De siete, sólo uno es periodista.
  • El programa incluye el visionado de una película de más de dos horas que sirve de ancla para debatir sobre el tema. En este caso, la democracia.
  • Al finalizar el programa, se incluye una bibliografía. Deben de ser los libros que el moderador usó para preparar el programa.
  • Los participantes respetan el turno de palabra. El moderador les invita a «interrumpirse para que haya discusión» pero son demasiado educados (menos uno).
  • El ritmo del debate es suficientemente pausado para que se fumen puros, pipas y cigarros.

Aparte de esto, tiene interés el mobiliario, el estilo de las gafas que llevan las personas y un montón de otros pequeños detalles. Merece la pena el visionado.

Qué he hecho en 2013

Llevo algunos días intentando hacer un balance –ligeramente cuantificado– de 2013. Al final lo he terminado el primer día de 2014, antes de salir a ver la segunda película de El Hobbit en el cine. A continuación, pues, las cosas que he hecho en 2013, ¡aparte de trabajar, claro!

2 y 1/2 cursos estudiados

Este año recuerdo haber terminado 2 cursos breves de Google, uno online de Google Analytics y otro presencial de Google Adwords. En ambos casos tuve que constatar que en Google saben diseñar cursos y conseguir buenos profesores.

La mitad restante corresponde al curso de Introducción a la Estadística de Sebastian Thrun en Udacity. En este curso llegué hasta la mitad. Seguro que interrumpí las sesiones por algún trabajo urgente que entraría de repente. Pero tengo que decir que el curso es la caña y la razón de que la sea es no es otra que el entusiasmo que transmite Thrun. Sí, a este señor le gusta la estadística, le gusta enseñarla y con esto despierta emoción. Mucha emoción. Y aunque esa emoción no aumente la tasa de finalización del curso –una métrica cuya utilidad es, en cualquier caso, discutible en los MOOC– sí ha conseguido por ejemplo que mantenga la atención hasta entender del todo la regla de Bayes o que siga teniendo ganas de retomar el curso.

En verano he hecho, además, un curso completamente autodiseñado: tras un tuit de Jose Alcántara y una respuesta a ese tuit de Juan Luis Chulilla, se me encendió una bombilla y me puse a aprender LaTeX de forma intensa durante una semana, con un libro y un editor-compilador. La idea era empezar a preparar los informes para clientes en LaTeX, cosa que aun no hemos hecho pero que es posible que hagamos en 2014.

178 posts publicados

En mi blog publiqué este año 139 entradas, muchas de ellas publicaciones automatizadas, como las lecturas de la semana (automatización con RSS Digest) o las fotos que importo desde Instagram (automatización con DesignWorks Instagram Importer). Del resto de las entradas, mis favoritas son dos reseñas de libro, la de Usable Usability y la de A Guerilla Guide to Social Business y dos entradas tipo tutorial sobre palabras clave y usabilidad de entradas de blog. Ninguna de estas entradas es la más buscada y leída por parte de los visitantes del blog; ese puesto va para el post sobre la construcción de conocimiento (¡una preciosa teoría, me encanta que sea buscada!).

En nuestro blog de empresa en Cartograf publiqué mucho menos de lo que me habría gustado: ¡tan solo 9 entradas (ayayay)! El post que más me gusta es el de datos propios, públicos y pagados y el más visitado, el que va de la «persona T». Por cierto, desde hace poquito, en Cartograf tenemos boletín (usamos MailChimp). ¡Suscríbete ahora para no perder ni un post y estar al tanto de todas las cosas que estamos haciendo!

A lo largo de 2013, he estado colaborando con Con tu Negocio, el blog de pymes de Movistar, donde publiqué 28 posts sobre gestión de conocimiento e inteligencia competitiva. Mis favoritos son los tres sobre trabajo en remoto en la pyme. El más compartido parece ser el post con 9 trucos para e-mails más efectivos.

En Reporte Digital, un blog de Territorio creativo Colombia para Movistar Colombia, he publicado dos posts sobre e-learning, el segundo con una conclusión de la que más nos vale tomar nota: el aprendizaje a lo largo de la vida y con ella la prevención de la obsolescencia profesional es y será cada vez más la responsabilidad de la persona (y no de la empresa o del estado).

19 libros leídos

Este año he leído 19 libros, el mismo número que el año pasado. Sobra decir que esperaba leer bastantes más. ¡Ayayay! Y encima, solo 4 novelas, el resto han sido ensayos.

>500 posts leídos

No tenemos tele y tampoco leo los periódicos pero sí me pierdo cada día bastante rato en mi lector de feeds –seguramente el responsable de que no haya leído más libros– que desde el anuncio del cierre de Google Reader, es un TinyTinyRSS autoalojado. Este año parece que leí más de 500 páginas web, la mayoría entradas de blog y, en una parte más pequeña, artículos de revistas digitales. En concreto, tengo 525 páginas guardadas en mi gestor de marcadores (SemanticScuttle, concectado con TinyTinyRSS gracias a plugincito desarrollado y liberado por Jose Alcántara) donde no guardo todo lo que leo pero sí todo lo que leo atentamente.

1 nuevo juego

Uno de los grandes acontecimiento del año ha sido la compra de un Nexus 4, ¡mi primer smartphone! El cacharrito ha cambiado bastantes detalles de mi vida, ahora por ejemplo toda mi lectura de feeds la hago desde el Nexus. Otro detalle es que me he enganchado a Ingress, un juego de realidad aumentada de Niantic Corporation, una empresa de Google. ¡Google está presente en cada vez más ámbitos de mi vida!

106 clases de yoga practicadas

Tras todo lo anterior, parece que no hago más que estudiar, escribir y leer. Pues no, gracias a las 106 clases de yoga practicadas a lo largo de este año, me encuentro en buena forma física pese a trabajar sentada. Y aunque preferiría practicar tres veces por semana en lugar de dos, si sigo con dos en 2014, me daré por satisfecha.

17 nuevas recetas

La receta que más he preparado este año ha sido la receta de marmitako de Paco Becerro, seguido por la de col lombarda con anacardos y pasas. Entre las recetas recién incorporadas al repertorio están la receta del postre cremoso de aguacate y chocolate de Eva Muerde la Manzana (hecho con el cacao puro en polvo de La Bombonera de Barco) y la del hígado encebollado de Spartan Gourmet. Un cambio importante –sobre todo de cara al año nuevo– es que desde que tenemos horno, no paro de hacer bizcochos y brownies.

Estas han sido, a grandes rasgos, las cosas que he hecho en 2013. Ahora a por otro año más 🙂 ¡Feliz 2014 y gracias por leer este blog!

Test de Vitamina D de City Assays. Mi experiencia

Kit para el test de Vitamina D de City Assays

Años tomando suplementos de vitamina D sin haber medido el nivel que tenía. ¡Mal!

Después de leer el artículo más extenso sobre la Vitamina D que he visto en un blog, me animé a preguntar en comentarios cómo diablos se podía conseguir un test de vitamina D. Me animaron a pedirlo en el sistema público de salud, pero no encontré cómo sin hacer una visita al médico de cabecera que siempre es costoso en tiempo.

Me resultó más asumible en tiempo y esfuerzo seguir la recomendación de pedir el test en City Assays, el laboratorio de bioquímica del hospital municipal de Birmingham que presta este servicio a cambio de una llamada telefónica, unos 40 euros, una muestra de sangre recogida en casa y un paseo hasta la oficina de correos más cercana para enviar la muestra. Hasta tienen landing page específica para el test de Vitamina D.

Los pasos para llegar al resultado del test son los siguientes.

  1. Comprar el test. El test se pide y se paga por teléfono. Conviene prepararse para el deletreo en inglés de nuestro nombre, dirección y email y del número de la tarjeta con la que vamos a pagar.
  2. Recibir el kit y leerse las instrucciones. El kit llega aprox. una semana después de haber comprado el test por teléfono. Aparte del recibo del pago, un folleto con información general, los utensilios para tomar la muestra y un sobre para enviarla, contiene instrucciones paso a paso bastante usables sobre cómo tomar la muestra y un cuestionario que es necesario enviar, firmado y con todos los campos rellenos, junto con la muestra.
  3. Tomar la muestra de sangre. Los utensilios consisten en una gasa para esterilizar la piel, un aparato específicamente diseñado para pincharse el dedo con precisión y prácticamente sin dolor, una tarjeta plegable cuyo interior está preparado con gasa para recoger cuatro gotas de sangre y unas tiritas. La propia tarjeta lleva además un brevísimo formulario con campos como la fecha y la hora de la toma de la muestra que se puede rellenar antes o después de la misma. Sobre el proceso de pincharse y conseguir las cuatro gotas de sangre, mi recomendación es evitar apretar el dedo para estrujar la sangre nada más pincharse. Mejor esperar unos 5-10 segundos para que las gotas caigan solas.
  4. Enviar la muestra por correo. En el sobre se incluye la tarjeta que ya lleva las cuatro gotas de sangre y los datos relacionados más el cuestionario firmado. Creo que es recomendable enviar mediante carta certificada.
  5. Recibir e interpetar el resultado. Aprox. una semana después de enviar la muestra por correo, llega el resultado por email. Es un PDF que contiene el nivel de Vitamina D en el contexto de unos niveles de referencia considerados válidos por este laboratorio (probablemente sean los niveles recomendados en el Reino Unido).
Resultados del test de Vitamina D
La medida es nmol/l que puede que nos interese convertir en ng/ml dividiéndolo por 2,5.

Con el fin de ahorrar tiempo, me quedé de momento sin saber si el médico de cabecera del sistema público de salud me habría conseguido este test. Quizá la próxima vez.

El yoga caliente está de moda

Bikram Yoga
Creo que es común pensar que el yoga es esa cosa que hacen los hippies, los artistas que trabajan con su cuerpo (actores, bailarines) o las personas que tienen una lesión o sufren estrés y se los ha recomendado su médico alternativo.

Pero cuando se empieza a hablar del yoga en eventos tecnológicos y lo defiende un ex directivo de Microsoft, parece que la cosa va más allá de hippies, artistas y médicos alternativos.

¿Qué está pasando con el yoga? En concreto, ¿qué está pasando con el yoga caliente que es del que habla Sinofsky y el que conozco también personalmente? Cuando empecé a practicar hace 5 años, en Madrid había una sola franquicia de Bikram Yoga que ofrecía las clases de 90 minutos en una sala a 40 grados de temperatura y 50 grados de humedad que había ideado el fundador de la franquicia en los años 70 del siglo pasado. Ahora hay al menos 9 escuelas en Madrid (que yo sepa), algunas franquicias de Bikram Yoga y otras no, que ofrecen más o menos el mismo tipo de entrenamiento acompañado de calor y humedad. Algunas escuelas están situadas específicamente en barrios de oficinas.

Atractivos

Desde mi experiencia veo claramente tres ventajas de este tipo de ejercicio para un público más allá del público tradicional del yoga y que por lo que veo abarca cada vez más a personas con trabajos –a menudo estresantes– de oficina.

  • Beber con sed y comer con hambre están entre los mayores placeres de la vida pero hoy en día apenas se experimentan. La comida está omnipresente y a menudo incluso se abusa de ella para diluir el estrés. El aire acondicionado, también omnipresente en el mundo de las oficinas, hace que ya apenas sudemos y por tanto, pocas veces experimentemos verdadera sed. Verán, suena raro decirlo así pero en las ciudades occidentales hay escasez de sed y de hambre. Pienso que uno de los atractivos del yoga caliente es el momento eufórico posterior a la práctica, cuando uno por fin puede saciar la sed producida por sudar intensamente durante los anteriores 90 minutos.
  • Pone en evidencia que hacemos las cosas porque queremos. Para la persona urbana, poco necesitada de realizar esfuerzo físico duro en su día a día, el reto físico al que se enfrente en el yoga caliente es tan grande que son inevitables los momentos en que se pregunta por qué está allí, por qué hace esto a sí mismo. Y la respuesta no puede ser otra que «porque lo ha elegido» (de hecho, lo ha pagado). Esto, a su vez, puede llevarle a pensar que probablemente las otras cosas que hace en su vida también las hace porque quiere (lo que produce una satisfacción) y si no, puede dejar de hacerlas y hacer lo que realmente quiere, pues si es capaz de superar el reto físico del yoga caliente, es capaz de superar cualquier otra cosa.
  • Concentración. A lo largo de los 90 minutos de entrenamiento, el alumno que deja de concentrarse en dos cosas básicas –en asegurar una respiración constante y fluida y en fijar su mirada– está en riesgo de caerse o marearse. Esta capacidad de concentrarse en lo realmente importante es aplicable en otras situaciones de la vida. Y es un recurso muy valioso. Como satisfacción añadida, a través de esa concentración no sólo consigue uno no caerse sino evita que otros se caigan en un acto desencadenado por su caída (es muy común que una caída provoque otras caídas, pues desconcierta a otros).

Los mismos resultados se pueden conseguir, por supuesto, también con otros tipos de ejercicio. Quizá es por comodidad (cercanía de una escuela, sin necesidad de equipamiento especial o caro) que cada vez más personas los busquen en el yoga caliente.

Críticas

  • Lesiones. Sobre todo fisioterapeutas suelen avisar de los riesgos de lesionarse debido a que el calor predispone al cuerpo a realizar movimientos para los que no está preparado. Mi experiencia es que este riesgo existe si la persona no conoce sus límites. En las escuelas que yo conozco, los alumnos no están divididos por niveles. Están en la misma clase las que practican por primera vez y las que llevan varios años. Más allá de la recomendación a menudo repetida de no forzar nunca ningún movimiento, cada uno es su propio maestro. En mi caso por ejemplo, en la postura llamada De pie frente toca el suelo con piernas separadas, la fuerza de mis brazos me permitiría estirar más mis piernas pero sería a costa de forzar demasiado los músculos de las mismas, de modo que prefiero no tocar el suelo hasta no tener las piernas más flexibles. No hay clase en que no se avise varias veces de no forzar su cuerpo y, en especial, de no forzar las rodillas.
  • Es adictivo. Otra crítica que he escuchado es que el yoga caliente es adictivo. El subidón experimentado después de la clase es, efectivamente, impresionante y hace que merezca la pena volver. También es cierto que al dejar de practicar, la flexibilidad, fuerza y resistencia ganadas, se pierden. Esta crítica, sin embargo, me preocupa bastante menos que la relacionada con las lesiones, pues pienso que prácticamente todas las cosas buenas en la vida son adictivas. El café es adictivo, el chocolate es adictivo, mantener una relación de pareja satisfactoria es adictiva, recibir reconocimiento por el trabajo realizado es adictivo. Visto lo visto, creo que es más inteligente elegir bien las adicciones que intentar evitarlas.

En resumen, por las ventajas que ofrece en el contexto de un estilo de vida de ciudad y de trabajos sentados de poco movimiento, creo que es esperable que el yoga caliente siga ganando en popularidad. Probablemente veremos nuevas escuelas abriéndose en barrios que aun no cuentan con una.

© Foto: Bikram Yoga España

La salud en la economía del consumo y bienestar

En Muscleblog:

El modelo médico genera un problema enorme también a nivel educativo, en cuanto induce a la gente a pensar por condicionamiento pauloviano que su salud es cosa de pastillas y radiografías. Esto genera un problema sustancial añadido, porque cuando a un paciente se le plantea un tratamiento en el que, por ejemplo, tenga que dedicar 30 minutos diarios a realizar una serie de ejercicios, el paciente estima y compara los costes que le suponen las distinas alternativas que conoce, en términos de esfuerzo, dinero, etc. Y como se le ha enseñado convenientemente que hay un atajo fácil y disponible para sus problemas de salud, que es tomar alguna clase de pastilla, pues por economía individual, va a tender a lo facil, aunque sea un tratamiento reduccionista, cuando no una barbaridad.

Y en términos económicos, como las radiografías, resonancias, pastillas y cirugías están subvencionadas, pues tenemos por otro lado una competencia desleal hacia el resto de tratamientos, conduciendo al paciente a decidir entre una estrategia fácil, altamente disponible, y barata frente a otras más costosas en términos de esfuerzo individual y que además no están subvencionadas.

Así que miles de millones de mi bolsillo y el suyo van destinados a financiar y hacer muy disponibles tratamientos sistemáticos absurdos, muy caros pero convenientemente subvencionados a cargo del bolsillo de todos, que además generan concepciones erróneas sobre lo que significa la salud.

Pensar que la hipoteca es una inversión (que no lo es) y no ver que dedicar tiempo a la salud sí lo es, es una de las tragedias de los tiempos actuales.

Placebo

Charla sobre el efecto placebo en Escepticos en el Pub

La charla de Nacho García Ribas sobre el efecto placebo en el último evento de Escépticos en el Pub, ha sido de lo más interesante. Si tuviera que resumir en una frase el efecto placebo después de esta charla, esa sería:

Respuesta a una sustancia inerte pero en un contexto nada inerte.

El efecto placebo asegura la supervivencia de homeópatas y otros proveedores de remedios «alternativos» que viven de las abundantes ineficiencias de la medicina. Pero más allá de eso, es un fenómeno complejo, con orígenes orgánicos, que lo impregna todo en medicina y farmacia.

En medicina lo que realmente interesa es su maximización pero ésta implica cuestiones éticas pues, por ejemplo, el mero conocimiento de que se trata de un placebo ya afecta al efecto placebo. En farmacia, lo que interesa es su minimización, pero metodológicamente es un reto (mayor o menor, dependiendo del fármaco).

Sin ánimo de extenderme en un tema del que me considero prácticamente ignorante, el comentario del ponente de que la medicina era una disciplina en un 50% hecha de subjetividad y storytelling, me recordó la importancia de la formación humanística de los médicos.

Burbuja propia

Tener una burbuja propia –que no es lo mismo que Google u otros te rodeen de un filter bubble– es necesario para vivir una vida propia. No es de extrañar que varios de los ingredientes para una burbuja propia estén relacionados con la propia atención, cuya puesta en valor requiere tanto de nuevas actitudes y habilidades como de nuevas herramientas.

Tiempo en solitario

Saber estar solo

En una conversación reciente con amigos, hicimos una minisecuencia de aforismos o citas sobre la importancia de saber estar consigo mismo.

2012

Si no somos capaces de estar solos, nos sentiremos más solitarios.

Sherry Turkle en su charla TED

1998

Las soluciones creativas de la vida requieren de tiempo en solitario. Es necesario para procesar y desentrañar problemas.

Ester Buchholz en The call of solitude

Siglo 17

Todas las desdichas del hombre derivan del hecho de que no es capaz de estar sentado tranquilamente, solo, en una habitación.

Blaise Pascal

Dan ganas de seguir ampliando la lista.

Y seguimos… (14 de mayo de 2012)

De manera similar a las artes de la memoria, a la gimnasia de la concentración, al cultivo del silencio (se calcula que el 80% de los adolescentes americanos son incapaces de leer sin un acompañamiento musical de fondo), el lugar de la lectura en la civilización europea está destinado a disminuir.

George Steiner

Foto | contravento

Ética hacker en la escritura de libros

No sé si es común pero me he encontrado con una práctica en la escritura de libros que consiste en grabar las conversaciones que uno va manteniendo. Por skype, por ejemplo. Fragmentos de éstas conversaciones se incluyen en el libro pero sin la fuente, tipo «persona de tales características dice esto».

Entiendo que hay casos en que sea necesario anonimizar las fuentes. Por ejemplo, si un empleado habla en tono crítico no «permitido» por la empresa en que sigue queriendo estar empleado después de la publicación del libro. Pero yo me refiero a casos en los que se buscan ideas y ejemplos.

Identificar ejemplos concretos para trasmitir ideas es importante. Un ejemplo concreto y palpable, igual que una imagen, vale más que mil palabras (sobre todo si las palabras de verdad son mil). Las conversaciones son una de las mejores formas de buscar esos ejemplos.

Cuando las conversaciones están escritas en la web, lo ético es enlazar la fuente. Cuando no lo están, lo ético también es mencionar la fuente y, desde la nota al pie, enlazarle en el sitio web en que quiere ser enlazado, en lugar de describirlo como «persona de tales características». Además, ponerle nombre a quien la cuenta ¿no hace la historia hasta más interesante?

La cosa se complica cuando el destino es un libro con todos los derechos reservados. En este caso, el choque entre el compartir y el encerrar lo compartido es aún mayor. De hecho, si el «encerrador» se topa con un hacker, lo más probable es que éste no quiera repetir la conversación.