1984

El Gobierno de España manipulando la lengua (que no el lenguaje) recuerda al Gobierno de Argentina manipulando las estadísticas.

Estaría bien que fuera cierto lo que comenta Juan Damián Moreno:

Pero se engañan si piensan que cuando no nos gusta llamar a las cosas por su nombre todo se arregla con cambiar las cosas de nombre. Porque más allá de esta cuestión terminológica, lo verdaderamente importante son las consecuencias que cada partido político quiera extraer de este tipo de situaciones, y mucho más las que nosotros, los ciudadanos, queramos extraer de las consecuencias que cada partido haga de ellas; ¡así de claro y así de sencillo!