¿Puede ser «voluntaria» la servidumbre?

Discurso de la servidumbre voluntaria, de Étienne de La Boétie

Yo haría esta pregunta: si por azar naciesen hoy en día algunas personas totalmente nuevas, que no estén acostumbradas a la sumisión ni hayan conocido el dulce sabor de la libertad, ignorando incluso el nombre de una y otra condición, ¿qué elegirían si se les propusiese escoger entre estar sometidos o vivir libres? Sin ninguna duda, preferirían obedecer solamente a la razón en vez de servir a un hombre (…).

Como primera reacción a este pasaje no pude evitar acordarme de Ygritte y murmurar un «No sabes nada, Étienne de La Boétie». Pero lo cierto es que leyendo el Discurso de la servidumbre voluntaria de La Boétie hasta el final resulta que, pese a que sólo tenía 18 años cuando lo escribió, sí que sabía algo.

El discurso, de unas 30 páginas, busca responder la pregunta de por qué los hombres sometidos, mucho mayores en número que los tiranos, no se liberan de su sometimiento. Fue escrito por el joven aristócrata en 1548, en un contexto marcado por el feudalismo y el absolutismo.

Así, aunque primero afirme que ser libre es el estado «natural» del hombre, luego reconoce que la libertad es algo que hay que ganarse mediante esfuerzo.

Las semillas de bien que la naturaleza pone en nosotros son tan pequeñas y frágiles que no pueden resistir el más mínimo choque con una costumbre de signo contrario. A tales semillas les resulta mucho más difícil alimentarse que envilecerse y degenerar, como estos árboles frutales que conservan los caracteres de su especie si se les deja crecer, pero que, según el injerto que se les haga, los pierden y dan frutos diferentes a los que les son propios.

Como hace poquito que terminé de leer Influence de Robert B. Cialdini son sus seis armas de persuasión, todas ellas basadas en atajos evolutivos, en el «Sistema 1» de Kahneman, en el instinto y por tanto el no uso de la razón, fueron bastantes los momentos en los que pude relacionar los ejemplos de aparente servidumbre voluntaria mencionados por La Boétie con los mecanismos de persuasión estudiados y presentados por Cialdini.

Los ejemplos de La Boétie son, por cierto, casi todos del mundo de los griegos y romanos de la Antigüedad. Así, uno se entera del origen etimológico de la palabra «lúdico».

Esa astucia de los tiranos para embrutecer a sus súbditos no ha sido nunca más evidente que en la conducta de Ciro hacia los lidios, una vez que ya se había apoderado de su capital y cautivado a Creso, ese tan rico rey. Le llegó la noticia de que los habitantes de Sardes se habían rebelado. Pronto les redujo a la obediencia, pero no queriendo arrasar una ciudad tan bella ni verse obligado a mantener un ejército para dominarla, recurrió al admirable expediente de crear burdeles, tabernas y juegos públicos, publicando una ordenanza que obligaba a los ciudadanos a acudir a ellos. A partir de ese momento, ya no tuvo que usar la espada contra los lidios. Esos miserables se divertían, inventando todo tipo de juegos, y lo hicieron tan bien que los latinos utilizaron el nombre de los lidios para formar la palabra con la que designaron lo que nosotros llamamos pasatiempos y ellos denominaron «Ludi» a partir de una deformación de la palabra «Lydi».

Hacia el final del discurso, esboza incluso dinámicas de red basadas en el instinto humano de la reciprocidad como sostenes de la servidumbre voluntaria.

En resumen, los beneficios y favores recibidos del tirano hacen que se llegue a un punto en el que hay casi tantas personas a las que la tiranía beneficia como personas a las que placería la libertad.

Otro autor de quien me acordé a leer el texto de La Boétie fue Francis Fukuyama quien en su The Origins of Political Order identifica la capacidad de unos para proteger a otros de las guerras y la violencia y así asegurar su supervivencia –el instinto más importante de todos– como el origen último de todo estado.

En resumen, es un texto muy recomendable ya tan sólo porque creo que es uno de los primeros escritos sobre la libertad individual, pues John Stuart Mill en su tratado Sobre la libertad, de 1859, comenta que se suma a textos escritos en el tema a lo largo de los 300 años anteriores. El de La Boétie es, sin duda, uno de ellos.

Enlaces de la semana

Una pequeña colección de mis lecturas durante la semana.

  • Breaking Development: Before the Media Query
    "The typical click-through rate of a carousel is 1-3% and most are on the first image." A pesar de este dato, muchos clientes siguen empeñándose en tener carousels en sus Homes.
  • Breaking Development: Optimizing the Critical Rendering Path
    "Inline your above the fold CSS into the page. Yes there’s a trade-off here but it worth making now. Keep this and the CSS to 14KB max." Y "There is no reason an analytics script should be blocking your page rendering." Estas son algunas de las recomendaciones que recoge Wroblewski para conseguir la carga de una web en menos de un segundo.
  • Autoparodia
    Después del "test del contrario", desde Soluciones Semánticas proponen otro método para detectar que algo va mal con el discurso de una organización o una marca.
  • Pagar por trabajar, ¿y por qué no?
    Muy de acuerdo con Raúl Hernández González. "En definitiva, esto no es más que un ejemplo de libro del funcionamiento de los mercados. Oferta y demanda, que se cruzan para alcanzar un equilibrio: el punto en el que aquello que ganan las dos partes y a lo que renuncian les parece bien."
  • Atención al cliente en e-commerce
    "En ecommerce los de atención al cliente son los que venden". El paso de ofrecer atención al cliente fuera de horarios de oficina está aun pendiente en muchos comercios electrónicos.

Al hilo de SCPF Academy, sobre posibles escenarios del desarrollo profesional

La propuesta de formación de la agencia de publicidad SCPF, conocida como SCPF Academy, ha causado indignación en el sector. Muchos profesionales jóvenes la ven como unas prácticas no sólo no pagadas sino pagadas pero por el becario.

Sin menospreciar la decepción que pueda sentir alguien que después de una carrera y uno –o varios– másteres está buscando trabajo infructuosamente y se encuentra con SCPF Academy, creo que merece la pena sobreponerse a la emoción y analizar las consecuencias que el éxito de la propuesta (creo que es probable que tenga éxito) puede tener en tres grupos de interesados del mercado en cuestión (el de la publicidad): los profesionales, las agencias y las universidades. Vaya por delante que no conozco el sector en detalle, mi punto de vista no incluye por tanto las particularidades que pueda tener respecto a otros.

Profesionales

El mensaje principal para los que quieren trabajar en el sector es que una de las empresas más reconocidas tiene claramente una valoración muy pobre de la educación formal en la disciplina. Lanza su propio programa formativo sin aliarse con una universidad y sin esperar a que se acredite por las autoridades correspondientes. Introduce así un nuevo tipo de itinerario de formación que pasa por aprender directamente en la empresa aunque uno luego no se quede trabajando en ella.

La lectura generalizada es que se trata de prácticas pagadas por el becario. Personalmente, veo otra cosa: una oferta formativa global en toda regla dirigida a profesionales con experiencia que quieren dar un salto en su carrera –fundar su propia agencia, hacerse con el puesto de trabajo de su vida–, a la que no me extrañaría que hubiera varios aspirantes desde China, Brasil, Turquía u otras potencias económicas emergentes.

Respecto al precio de 20.000 euros, no digo que no sea alto pero no hay que desaprovechar la oportunidad para pararse un momento y calcular lo que le ha costado a uno su formación universitaria, incluyendo costes soportados por la familia y también costes de oportunidad. Con seguridad, será bastante más que 20.000. Si SCPF Academy tiene éxito, puede cuestionar la validez de la estrategia ahora dominante de carrera universitaria ? máster ? prácticas para trabajar en el sector. Las personas pueden preferir empezar a trabajar sin título aunque sea cobrando poco, ir formándose paralelamente aunque sea a distancia y, si realmente les gusta la profesión, quizá inscribirse en la «Academy» de la agencia que más les gusta para dar el salto al escenario de las carreras ya sólidas en el sector.

Agencias

Aquellas agencias que pensaban que la formación que ofrecen las universidades estaba desvinculada de la realidad de la empresa, ahora tienen una confirmación potente de su opinión. Pueden empezar a valorar lanzar algo parecido. Con que lo hagan unas pocas, habrá nacido un mercado de itinerarios alternativos a la educación formal en el sector de la publicidad. Esto, previsiblemente, bajará los precios de la formación ofrecida por las agencias.

Dependiendo del enfoque de las «Academy», éstas pueden convertirse en piedra angular de la innovación y la generación de conocimiento en las agencias, asegurando un flujo continuo de personas con experiencias diferentes de las de las personas internas de la agencia, de personas de fuera, de otras culturas y otros mercados, creando como resultado una fuerte cultura de aprendizaje e innovación.

Universidades

Creo que las universidades no verán en la propuesta de SCPF Academy unas prácticas pagadas por el becario. Verán en ella lo que es: una alternativa a sus másteres con la ventaja competitiva que supone el contexto real de la empresa y el contacto directo con el mercado. Entre los pasos inteligentes que pueden dar las universidades ante el reto está lanzar ofertas económicas de formación a distancia al estilo de los MOOC, aprovechando sus contenidos para el aprendizaje teórico y completando así la formación práctica que ofrecen las agencias en sus «Academy» en una especie de formación profesional dual. Otro paso esperable es que comiencen a negociar seriamente con agencias de publicidad con el fin de conseguir una participación novedosa de éstas en los másteres e incluso en los grados universitarios. Ambos pasos hipotéticos prometen ser bastante positivos para el mercado en cuestión.

En fin, estas son algunas cosas que se me han ocurrido al hilo de SCPF Academy. Como ya comenté en el blog de Javier Ordás, me parece un suceso relevante para el sector que merece muchas conversaciones –como las está habiendo en muchos blogs– y al que hay que seguirle la pista.

Posts y conversaciones interesantes alrededor de SCPF Academy que he leído:

La SCPF Academy que podría haber sido, de la Agencia Maslow

Pagar por trabajar, ¿y por qué no?
, de Raúl Hernández González

El yoga caliente está de moda

Bikram Yoga
Creo que es común pensar que el yoga es esa cosa que hacen los hippies, los artistas que trabajan con su cuerpo (actores, bailarines) o las personas que tienen una lesión o sufren estrés y se los ha recomendado su médico alternativo.

Pero cuando se empieza a hablar del yoga en eventos tecnológicos y lo defiende un ex directivo de Microsoft, parece que la cosa va más allá de hippies, artistas y médicos alternativos.

¿Qué está pasando con el yoga? En concreto, ¿qué está pasando con el yoga caliente que es del que habla Sinofsky y el que conozco también personalmente? Cuando empecé a practicar hace 5 años, en Madrid había una sola franquicia de Bikram Yoga que ofrecía las clases de 90 minutos en una sala a 40 grados de temperatura y 50 grados de humedad que había ideado el fundador de la franquicia en los años 70 del siglo pasado. Ahora hay al menos 9 escuelas en Madrid (que yo sepa), algunas franquicias de Bikram Yoga y otras no, que ofrecen más o menos el mismo tipo de entrenamiento acompañado de calor y humedad. Algunas escuelas están situadas específicamente en barrios de oficinas.

Atractivos

Desde mi experiencia veo claramente tres ventajas de este tipo de ejercicio para un público más allá del público tradicional del yoga y que por lo que veo abarca cada vez más a personas con trabajos –a menudo estresantes– de oficina.

  • Beber con sed y comer con hambre están entre los mayores placeres de la vida pero hoy en día apenas se experimentan. La comida está omnipresente y a menudo incluso se abusa de ella para diluir el estrés. El aire acondicionado, también omnipresente en el mundo de las oficinas, hace que ya apenas sudemos y por tanto, pocas veces experimentemos verdadera sed. Verán, suena raro decirlo así pero en las ciudades occidentales hay escasez de sed y de hambre. Pienso que uno de los atractivos del yoga caliente es el momento eufórico posterior a la práctica, cuando uno por fin puede saciar la sed producida por sudar intensamente durante los anteriores 90 minutos.
  • Pone en evidencia que hacemos las cosas porque queremos. Para la persona urbana, poco necesitada de realizar esfuerzo físico duro en su día a día, el reto físico al que se enfrente en el yoga caliente es tan grande que son inevitables los momentos en que se pregunta por qué está allí, por qué hace esto a sí mismo. Y la respuesta no puede ser otra que «porque lo ha elegido» (de hecho, lo ha pagado). Esto, a su vez, puede llevarle a pensar que probablemente las otras cosas que hace en su vida también las hace porque quiere (lo que produce una satisfacción) y si no, puede dejar de hacerlas y hacer lo que realmente quiere, pues si es capaz de superar el reto físico del yoga caliente, es capaz de superar cualquier otra cosa.
  • Concentración. A lo largo de los 90 minutos de entrenamiento, el alumno que deja de concentrarse en dos cosas básicas –en asegurar una respiración constante y fluida y en fijar su mirada– está en riesgo de caerse o marearse. Esta capacidad de concentrarse en lo realmente importante es aplicable en otras situaciones de la vida. Y es un recurso muy valioso. Como satisfacción añadida, a través de esa concentración no sólo consigue uno no caerse sino evita que otros se caigan en un acto desencadenado por su caída (es muy común que una caída provoque otras caídas, pues desconcierta a otros).

Los mismos resultados se pueden conseguir, por supuesto, también con otros tipos de ejercicio. Quizá es por comodidad (cercanía de una escuela, sin necesidad de equipamiento especial o caro) que cada vez más personas los busquen en el yoga caliente.

Críticas

  • Lesiones. Sobre todo fisioterapeutas suelen avisar de los riesgos de lesionarse debido a que el calor predispone al cuerpo a realizar movimientos para los que no está preparado. Mi experiencia es que este riesgo existe si la persona no conoce sus límites. En las escuelas que yo conozco, los alumnos no están divididos por niveles. Están en la misma clase las que practican por primera vez y las que llevan varios años. Más allá de la recomendación a menudo repetida de no forzar nunca ningún movimiento, cada uno es su propio maestro. En mi caso por ejemplo, en la postura llamada De pie frente toca el suelo con piernas separadas, la fuerza de mis brazos me permitiría estirar más mis piernas pero sería a costa de forzar demasiado los músculos de las mismas, de modo que prefiero no tocar el suelo hasta no tener las piernas más flexibles. No hay clase en que no se avise varias veces de no forzar su cuerpo y, en especial, de no forzar las rodillas.
  • Es adictivo. Otra crítica que he escuchado es que el yoga caliente es adictivo. El subidón experimentado después de la clase es, efectivamente, impresionante y hace que merezca la pena volver. También es cierto que al dejar de practicar, la flexibilidad, fuerza y resistencia ganadas, se pierden. Esta crítica, sin embargo, me preocupa bastante menos que la relacionada con las lesiones, pues pienso que prácticamente todas las cosas buenas en la vida son adictivas. El café es adictivo, el chocolate es adictivo, mantener una relación de pareja satisfactoria es adictiva, recibir reconocimiento por el trabajo realizado es adictivo. Visto lo visto, creo que es más inteligente elegir bien las adicciones que intentar evitarlas.

En resumen, por las ventajas que ofrece en el contexto de un estilo de vida de ciudad y de trabajos sentados de poco movimiento, creo que es esperable que el yoga caliente siga ganando en popularidad. Probablemente veremos nuevas escuelas abriéndose en barrios que aun no cuentan con una.

© Foto: Bikram Yoga España

Enlaces de la semana

Una pequeña colección de mis lecturas durante la semana.

  • Scrutinizing a network of likes on Facebook (and some thoughts on network analysis and visualization)
    "The main error is to consider the output of network visualization first and foremost as an image; with Barthes, I would suggest to look at them as denotative rather than connotative, as language or code more than image."
  • Data Monday: Mobile Email
    Algunos datos que revelan que el email es la killer app también en el móvil. "As of March 2013 more email was read on mobile than on a desktop email clients or via webmail." ¿Envías boletines a clientes? ¿Cómo de usables son en el móvil?
  • prism-break.org
    David Mendaña en derrotero · net: "En prism-break.org hay disponible una extensa relación de alternativas a software y servicios online supuestamente involucrados en el programa PRISM de espionaje denunciado por Edward Snowden."
  • Google Says Stand on One Leg
    Gran post sobre lo que es SEO hoy. "Expert marketers (…) combine usability, persuasive design, information architecture, organic SEO, quality linking, expert content writing, and smartly targeted social networking strategies all into one giant ultimate winning process."
  • ¿Es correcto el apelativo quimiofóbico? Carta abierta a los usuarios del vocablo
    Mejor decir "cautos" que "quimiofóbicos". "Etimológicamente quimiofobia vendría a significar algo así como el miedo irracional  a las sustancias químicas. Además, normalmente, las fobias se asocian con un trastorno piscológico o psiquiátrico."
  • Essential SEO Skills for the Future of Online Marketing
    Las nuevas habilidades son (1) formar a los clientes (en lugar de solo hacerles las cosas), (2) entender los medios sociales como herramientas de marketing en lugar de un ámbito separado (ocaso de los Community Managers) y (3) especializarse (no se puede ser bueno en todo pero sí se debe serlo en algo).
  • Aprendiendo LaTeX: Cómo hacer tablas largas que ocupen varias hojas
    Para tablas largas que ocupen más de folio hay que utilizar el paquete {longtable}.

Inversores y ética hacker

Muy interesante la entrevista al inversor Larry Abrams que recomiendan en Econlog.

Es una entrevista extensa que deja entrever un recorrido por la vida con ética hacker que se manifiesta con claridad en la búsqueda, desde temprana edad, de ser dueño de su tiempo, de no tener que vender su tiempo por dinero. Abrams lo formula como «buy my time back from the open market so I’m able to spend the time of my life exactly as I want to«.

Me he apuntado unas frases sobre por qué abandonó sus estudios de psicología.

Because in one of our courses we had a textbook that was sort of the Bible; and in that textbook it said that the rate of cure for any given school of psychology was equal to the rate of spontaneous remission. On top of that, they didn’t know how to define “cure.” I looked at that and said, “Now, wait a second. What are you telling me here? You’re telling me that there’s no value-added that I’d be giving to anybody who comes in as a patient.Why am I here?” So I left.

Ahí está el futuro inversor, buscando siempre el valor en las cosas que hace. Abrams, aparte de inversor, es productor de las películas C.H.U.D. y By the sword y autor del libro The Philosophical Practitioner.

La salud en la economía del consumo y bienestar

En Muscleblog:

El modelo médico genera un problema enorme también a nivel educativo, en cuanto induce a la gente a pensar por condicionamiento pauloviano que su salud es cosa de pastillas y radiografías. Esto genera un problema sustancial añadido, porque cuando a un paciente se le plantea un tratamiento en el que, por ejemplo, tenga que dedicar 30 minutos diarios a realizar una serie de ejercicios, el paciente estima y compara los costes que le suponen las distinas alternativas que conoce, en términos de esfuerzo, dinero, etc. Y como se le ha enseñado convenientemente que hay un atajo fácil y disponible para sus problemas de salud, que es tomar alguna clase de pastilla, pues por economía individual, va a tender a lo facil, aunque sea un tratamiento reduccionista, cuando no una barbaridad.

Y en términos económicos, como las radiografías, resonancias, pastillas y cirugías están subvencionadas, pues tenemos por otro lado una competencia desleal hacia el resto de tratamientos, conduciendo al paciente a decidir entre una estrategia fácil, altamente disponible, y barata frente a otras más costosas en términos de esfuerzo individual y que además no están subvencionadas.

Así que miles de millones de mi bolsillo y el suyo van destinados a financiar y hacer muy disponibles tratamientos sistemáticos absurdos, muy caros pero convenientemente subvencionados a cargo del bolsillo de todos, que además generan concepciones erróneas sobre lo que significa la salud.

Pensar que la hipoteca es una inversión (que no lo es) y no ver que dedicar tiempo a la salud sí lo es, es una de las tragedias de los tiempos actuales.