Comprender la globalización a través de las ciudades

La  leemos y escuchamos a diario en los medios, sabemos que nos afecta, que está estrechamente relacionada con la crisis económica (vaya, otra palabrita que necesita más de una mirada detenida) pero ¿hasta qué punto comprendemos el significado de lo que llamamos globalización?

En su libro Una sociología de la globalización (en parte disponible en Google Books), la socióloga Saskia Sassen argumenta que, para estudiar la globalización, hacen falta nuevos marcos conceptuales y uno de ellos lo constituye la ciudad global. La ciudad global es un terreno donde los procesos de globalización se materializan y se localizan. Se diferencian de las antiguas capitales de imperios en que no existen como entidad por sí misma, sino por su conexión con otras ciudades. En el libro, la autora recuerda las cinco hipótesis para explicar la importancia de las ciudades en los procesos económicos globales que ya expuso en un libro anterior The global city: New York, London, Tokio (enteramente disponible en Google Books):

#1 La dispersión geográfica de las actividades económicas de las empresas alimenta el crecimiento de las funciones centrales, los niveles altos de gestión. Es decir, cuanto más dispersos son las operaciones, más complejas y estratégicas las funciones centrales.

#2 Estas funciones centrales se vuelven tan complejas que las empresas empiezan a tercerizarlas a empresas de servicios.

#3 Las empresas de servicios se benefician de las economías de aglomeración que ofrecen las ciudades como centro de información gracias a la combinación de empresas, talento y experiencia.

#4 Cuanto más tercerizan las empresas su funciones más complejas, más libertad tienen por optar por cualquier ubicación ya que los trabajos que siguen realizando en la sede central ya no requieren de las economías de aglomeración.

#5 Las empresas de servicios necesitan ofrecer un servicio global, de modo que acaban por formar una red internacional de filiales que, a su vez, fortalece las redes y las transacciones entre ciudades. El proceso se alimenta a sí mismo.

En el libro, de 2007, Sassen afirma que hay unas 40 ciudades globales. Desde entonces, en 2008, Foreign Policy, basado en parte en la producción teórica de Sassen, elaboró una lista de 60 ciudades globales que aquí reproduzco desde la web de A.T. Kearney (después de leer su Legal Disclaimer, entiendo que puedo hacerlo).

Global City Index 2008 Summary Table

Para el ranking han utilizado 24 métricas según cinco dimensiones sobre las cuales tenéis más información en la web de la consultora. Madrid, por ejemplo, está en la posición 14 pero, si sólo miramos la dimensión del intercambio de la información (medida mediante las publicaciones internacionales, la cobertura de noticias internacionales y la penetración de banda ancha, entre otros), es la novena. La lista también reafirma a Sassen en que el fenómeno de las ciudades globales «quiebra en parte la antigua división entre Norte y Sur en tanto construye una geografía de la centralidad que incluye importantes ciudades del Sur aunque su ubicación en la jerarquía global sea modesta».

Para terminar, me habría gustado dejar aquí una foto más personal de Saskia Sassen en el salón de su casa con su esposo Richard Sennett (al enfrentarme a textos de este calibre, me ayuda conocer un poco el lado personal del/a autor/a…)  pero en este caso entiendo que no puedo hacerlo, así que os dejo con el enlace al artículo del The New York Times.

Buzz, Sidewiki e identidad virtual

En la asignatura Metodologías cualitativas de investigación social, que cursé el semestre pasado, experimentamos algunas partes de una investigación cualitativa sobre Internet. Yo elegí como escenario el entorno Sidewiki de Google y en ese entorno probé dos métodos de la investigación cualitativa: la observación participante y la entrevista.

Durante la primera sesión de observación participante, lo que más me llamó la atención era el perfil de quien escribe la entrada. Se trata del perfil que la persona tiene en Google y donde tiene la posibilidad de presentarse, dar píldoras de información sobre sí mismo (donde creció, sitios donde ha vivido, en qué trabaja, donde estudia, etc.) e incluir enlaces a sus sitios en la web. Una y otra vez hice clic sobre el avatar para ver los perfiles. Nunca dejé de mirar la recopilación de las entradas Sidewiki que el perfil de Google recoge en orden cronológico lo cual me afirmaba que en Sidewiki la identidad digital tenía un papel destacado. Basándome en las lecturas de Hine y en lo que observé, mi impresión era que la identidad del usuario aumenta o bien reduce la autenticidad de la entrada. Si una entrada Sidewiki estaba respaldada de una identidad virtual “sólida” (perfil de Google con foto y bastante información, enlace a un blog o al sitio web del usuario) automáticamente percibía la entrada como más fiable.

La entrevista me aportó otro dato más al respecto: Sidewiki también parece ser un recurso en la estrategia de construcción de la identidad virtual del usuario. Mi informante me dijo que “tenía en cuenta” que Google registraba sus entradas Sidewiki en su perfil, que “no quería que cualquier cosa se quede en su perfil” ya que trataba de “construir una identidad virtual que tenga que ver con su profesión”. En esta misma línea apunta su observación de que “es interesante cuando sidewiki se superpone a un foro porque en sidewiki en general utilizas tu usuario de google que suele estar asociado a tu verdadera identidad en cambio en los foros generalmente uno usa un usuario anónimo”. Mi propia experiencia es muy similar y me aventuro a afirmar que Sidewiki permite que la confianza en la información, importante cuando se trata de generación de conocimiento, se sustente en parte sobre quién la da.

Ahora, con la llegada de Buzz, Google ha añadido otro recurso más, y qué recurso, para la construcción de la identidad virtual. Si permitimos que Buzz «coleccione» nuestras publicaciones y actividades en otros sitios (sean de Google como Picasa o Reader, sean otros como Twitter o Flickr) tendremos una página de perfil aun más dinámica que ofrecerá un rico cuadro sobre nosotros, lo que hacemos y lo que pensamos. Sidewiki y Buzz se refuerzan y aumentan el valor del otro mutuamente.

Por otro lado… Buzz genera preocupación, a veces paranoia de que «todo el mundo ve todo». Otras veces espanto porque se le ve como otro intento más de «robarnos el tiempo». A este respecto, me gusta mucho la valoración que hace de Buzz Umair Haque según sus «principios del diseño para el significado». Os animo a leerlo, a mí me resultó muy relevante y esclarecedor, especialmente el punto de que Buzz es «egoista» ya que recoge todo de otros sitios sin dar nada a cambio.

Para terminar, una imagen de dougbelshaw.com/blog acerca de lo que significa Buzz para Facebook y Twitter que me hizo gracia…

This is what’s really going on.../ by dougbelshaw